La insólita perforación en Entrena en busca de petróleo

Nadie diría que en Entrena hay petróleo, a no ser que considere las hortalizas y las frutas, como la pera, de la que vive en gran parte el pueblo, una variante del oro negro. Sin embargo, hubo quien hace 40 años pensó que sí podía ser posible que hubiera crudo allí. A finales del mes de enero de 1983 la empresa Eniepsa inició una prospección para determinar si en el terreno existía petróleo, fue a apenas 1 kilómetro del núcleo urbano, en la confluencia de las carreteras que conducen a Navarrete y Medrano, donde décadas después se instaló la empresa Miancor y en 2021 se trasladó Frutas Valle del Moncalvillo. Pero, tal y como confirma ahora la alcaldesa de Entrena, Dolores Aragón: «No salió ni una gota y ese es ya un tema olvidado».

Sin embargo, el entonces corresponsal de Diario LA RIOJA en el municipio y actual concejal del Ayuntamiento, José Antonio Palacios, lo ha recordado con motivo del 40 aniversario de aquella búsqueda. «En enero de 1983 comenzaron en Entrena los trabajos para instalar una estación petrolífera, con intención de sondear, en busca de petróleo, hasta los 5.100 metros. Eniepsa (Empresa Nacional de Investigación y Explotación de Petróleo ), dependiente del Instituto Nacional de Hidrocarburos, fue la responsable de este sondeo», informa José Antonio Palacios.

Se movieron toneladas de tierra, se construyó un estanque para el vertido de aguas y una plataforma de hormigón como base de la espectacular torre. Aquel fue solo uno de los proyectos, bautizado como Rioja 5, que se realizaron en la comunidad en busca de petróleo. Otros de Campsa se localizaron en La Rioja Alta (Nájera, Cañas, Canillas de Río Tuerto, Huércanos y Ábalos), pero ninguno dio el resultado esperado. Solo el sondeo de Huércanos encontró petróleo de calidad (43 grados Api), aunque tuvo que desecharse su extracción y comercialización al no considerarse rentable por la escasa cantidad que se calculaba que había.

«Este sondeo ha sido el resultado de una serie de estudios realizados en la zona y que han dado unas indicaciones propicias para llevar a cabo el 'pinchazo'», explicaba un responsable de Eniepsa a Marcelino Izquierdo, periodista de este periódico que posteriormente se ocupó de la información. La dureza del terreno alargó la excavación hasta la primavera, ya que en los otros proyectos no se profundizó más allá de los 1.000 metros y en el de Entrena, en cambio, se quiso superar los 5.000.

Si los trabajos de preparación del terreno comenzaron a mediados de enero, no fue hasta el 26 de marzo cuando se empezó a perforar, tarea que todavía se alargó durante semanas. «Al parecer, a lo largo de todos estos meses el equipo se ha encontrado con algún que otro problema, motivado principalmente por la dureza del terreno en algunos estratos. La última parte del sondeo será muy costosa, ya que las dificultades causadas por las rocas van a ser superiores que en las etapas anteriores», narró entonces Izquierdo.

«Han pasado 40 años y aquello se vivió con mucha curiosidad en un pueblo agrícola como es Entrena, así que hubo mucha expectación, aunque ninguna información. No es un tema que se tratase mucho en los plenos, nos encontramos con las máquinas y, supongo, venía de más arriba», recuerda José Antonio Palacios. La insólita promesa de extracción petrolífera en las faldas del Moncalvillo acabó diluyéndose con el tiempo. «Al final, en 'radio macuto' se especuló con que era una valoración del suelo a futuro. Aquí no sé si pasó como en Huércanos, que se encontró pero era poco lo que había, o que no se encontró nada, pero cierto es que años después se está extrayendo gas natural muy cerca, en Sotés», apunta Palacios.

Si extravagante es esta historia, no menos lo es otra paralela ocurrida en el pueblo en aquellas mismas fechas. En 1979 nadie quiso presentarse a alcalde de Entrena en las primeras elecciones democráticas y hubo una votación popular aleatoria en el antiguo cine, eligiendo cada vecino tres nombres libremente. De entre más de 100 nombres se formó una lista con los nueve más votados, que formaron la Corporación, encabezada por un alcalde circunstancial que dimitió a pocos meses de las segundas elecciones ante las protestas juveniles por no haber programado en las fiestas tantas vaquillas como las prometidas.

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