La iglesia de Santa María de Robres del Castillo se suma a la Lista Roja de Hispania Nostra

Según indica Hispania Nostra, «en la actualidad, únicamente queda en pie el primero de los tramos, correspondiente al altar, pues la última traza de la bóveda de cañón se derrumbó en el 2020 tras una gran tormenta». «La vegetación se está adueñando de manera progresiva del lugar, creciendo sobre los muros de la iglesia, aumentando el peso en sus partes más delicadas y favoreciendo la aparición de derrumbes», expone Hispania Nostra, que también señala que las inscripciones empiezan a desprenderse con el desvanecimiento del yeso sobre el cual están realizadas.

El motivo para su inclusión en la Lista Roja es que «el desprendimiento de la bóveda agudizó el riesgo de derrumbe completo y de pérdida del bien», que considera importante porque, «al igual que otras tantas del entorno, recoge los inicios del gótico en esta zona de La Rioja, manteniendo elementos y formas constructivas de tiempos previos».

«La iglesia tiene muy mal arreglo y lo que queda está sujeto por las hiedras. Además, hay casas al lado. No sé ni cómo aguanta. Me da mucha pena porque es muy bonita pero debería haberse hecho algo hace 25 años», expone el alcalde de Robres, Álvaro Pérez, quien señala que el templo pertenece a la Diócesis, no así la ermita de Sansón, que planea rehabilitar. La división del municipio en dos barrios que provoca el ahora poco caudaloso río Jubera hizo que la zona baja, donde vive la mayor parte de la escasa población, se quedara con la iglesa de San Miguel Arcángel, y en la alta con Santa María, que fue absorbida por la otra parroquia, lo que pudo provocar el progresivo abandono.