El vino, la cuna del castellano y mucho más

Cuatro periodistas llegados desde la ciudad de México pasaron ayer por Haro, pero en las escasas veinticuatro horas que llevaban en la región también habían conocido ya los dos monasterios de San Millán, Yuso y Suso.

Han llegado a La Rioja invitados por la Dirección General de Turismo y la Oficina Española de Turismo en México, y en la Capital del Rioja se reunieron con el director general de Turismo, Ramiro Gil.

Paola Norman, Beto Lanz, Miguel de la Cruz y Darío Hernández acaban de iniciar un periplo riojano que les llevará por Cuzcurrita, Briones –con el Museo Vivanco–, Ezcaray, la Sonsierra riojana en San Vicente y Logroño con su calle Laurel. Incluirán en su recorrido una ruta en bici, tanto por el Camino de Santiago como por Cameros. Y los últimos días se desplazarán a La Rioja Baja.

«Son prescriptores tanto en televisión como de revistas especializadas, de un mercado que nos interesa mucho, lógicamente, como es el americano», explicaba Gil. Y es que, según comentó el director general, La Rioja recibe bastantes turistas mexicanos «más identificados con el Camino de Santiago». Sin embargo, ahora estamos recibiendo un tipo diferente de turismo mexicano, con poder adquisitivo más alto y que viene a buscar otro tipo de experiencias».

Según indicó Miguel de la Cruz, lo que más se conoce de La Rioja en México es el vino. «Ahora que estamos aquí nos damos cuenta de qué es 'Rioja', como pone en las etiquetas de los vinos que consumimos allí». Pero lo que le sorprendió más a De la Cruz, fue la visita a San Millán. «Yo no sabía que era la cuna del español. Para mí fue un descubrimiento muy trascendental que allí desconocemos. Y avalado por la Unesco. Deberíamos saberlo todos los que hablamos español».

Para Paola Norman –que tiene un programa de turismo y gastronomía en una de las emisoras más antiguas de México, 'W Radio'– resulta difícil destacar algo de lo que ya han conocido. «Lo primero que conocemos en México de La Rioja es el vino, y justo ayer hablábamos de que el primer acercamiento al vino de los mexicanos es a los vinos españoles, especialmente de La Rioja. Pero no solo eso, sino los monasterios, la agricultura riojana y sus paisajes».

Beto Lanz, del periódico 'El Heraldo' se rendía, de forma especial, al vino. «Estoy encantado de conocer el origen de muchos vinos que hemos probado. Sobre todo, de conocer a la gente, los verdaderos autores del producto gastronómico y enológico». En este sentido, quiso destacar la ciudad de Haro: «Tiene un carácter propio, una elegancia especial que la distingue de muchas otras ciudades de su tamaño», manifestó.

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