Acaba de cumplirse el primer año de legislatura del segundo mandato de Laura Rivado al frente del Ayuntamiento de Haro. Cinco años desde que la socialista iniciara un cambio de ciclo rompiendo el liderazgo del Partido Popular durante 24 años. Seguramente, la primera edil no ... podría imaginarse cumplir el lustro de mando en las circunstancias actuales. El COVID-19 marca un año en el que Rivado, junto a su equipo de gobierno, asegura «haber estado a la altura».
Lejos, muy lejos parece quedar la proclamación de Laura Rivado como alcaldesa. El salón de plenos de la casa consistorial estaba repleto de jarreros que querían seguir en directo dicho acto. Era un 15 de junio, y mucho han cambiado las cosas desde entonces. La aglomeración que aquel día ofrecía el espacio municipal, dista mucho de la realidad, o nueva normalidad, a la que se enfrenta Haro y su ciudadanía.
«La legislatura se presentaba con mucha ilusión y ganas de trabajar por Haro, por parte de todo el equipo de gobierno. Teníamos muchos proyectos de cara a potenciar un sector estratégico de la ciudad como es el del enoturismo. Desgraciadamente, todo se truncó con la llegada de la crisis del coronavirus. Tuvimos que resetear toda la maquinaria del Ayuntamiento de Haro para hacer frente a una situación jamás vista con anterioridad, y esto ha requerido el esfuerzo de todos, políticos, funcionarios, colaboradores y voluntarios», resume Laura Rivado.
«El futuro se presentaba prometedor, pero el coronavirus nos hizo cambiar todo»
«El esfuerzo hecho por el equipo de gobierno ha ido enfocado a buscar el bienestar de Haro»
Resulta difícil, quizás imposible, hacer un balance del año que acaba de finalizar respecto a la gobernabilidad de la Corporación de Haro, formada por siete ediles del Grupo Municipal del PSOE, –entre ellos la alcaldesa–, el edil del Partido Riojano y la edil de Podemos Equo. Laura Rivado recuerda que, «tras la investidura y la formación del gobierno, y una vez diseñada la estrategia a seguir, fueron muchas las necesidades que se pusieron encima de la mesa y consensuadas entre todos». También recalca el hecho de partir el mandato con deuda cero: «Una situación de partida cuanto menos positiva para afrontar nuevos retos», asegura. En este sentido, la regidora municipal recuerda que «fuimos el primer ayuntamiento de La Rioja en alcanzar este objetivo».
Durante la segunda mitad del 2019, fueron los presupuestos municipales los que coparon la agenda del Ayuntamiento de Haro. Estos trajeron consigo «el cambio a iluminación led de toda la ciudad, los proyectos de reformas del depósito de agua potable (en ejecución) y las piscinas recreativas de El Ferial (primera fase finalizada), la obra de la calle Pilar (ya finalizada) y el proyecto de la nueva ludoteca».
La alcaldesa también hace referencia a los tres proyectos relacionados con el sector hotelero y enoturístico que han comenzado a dar sus primeros pasos. Se trata de las tres inversiones que se desarrollarán en el centro histórico de la ciudad, en el entorno de la Plaza de La Cruz, las calles Lucrecia Arana y Prim y el edificio de la calle Siervas de Jesús.
En definitiva, y como destaca Laura Rivado, «el futuro se presentaba con un horizonte muy prometedor, pero el coronavirus nos hizo cambiar todo. A partir de los primeros días del mes de marzo las prioridades fueron otras y tuvimos que tomar medidas drásticas para afrontar la crisis sanitaria que se nos presentaba sin manual de instrucciones».
El COVID-19 lo detuvo todo, nos detuvo a todos, o a casi todos, pensando en los gremios que siguieron y siguen estando en primera línea de fuego. La edil recuerda que «Haro fue la primera ciudad en tomar medidas y cerrar lugares públicos, concretamente el 6 de marzo, una semana antes de que fuera decretado el estado de alarma. Se clausuraron instalaciones dependientes del Ayuntamiento, como deportivas y culturales». «Detectamos –agrega– la situación que se nos venía encima y desde los primeros momentos se tomaron medidas. Durante la pandemia se realizaron gestiones para ayudar en lo que fuera necesario al centro de salud y las residencias de personas mayores. Se aumentaron las ayudas a la emergencia social en un 100%, y se diseñaron ayudas a las familias y al sector del comercio y hostelería con la creación de la Bolsa de Ayuda Única».
Es evidente que la aparición de la pandemia ha trastocado y modificado planes y proyectos. Ahora, el camino a seguir, como manifiesta Rivado, «es una total incógnita. No se sabe todavía lo que se va a poder desarrollar o lo que va a tener que quedarse en el tintero. Debemos ser prudentes y esperar un tiempo porque, sin duda, aparecerán situaciones a las que deberemos darles la mayor prioridad y otras quedarán en un segundo plano hasta que la crisis esté completamente superada. A día de hoy, valorar este aspecto es muy precipitado».
Laura Rivado se muestra satisfecha, resaltando la dificultad que ha supuesto «habernos encontrado con algo que nos ha superado a todos y para lo cual no teníamos instrucciones previas», y que como ella misma reconoce, «nos ha derivado a situaciones muy complicadas de gestionar». Sin embargo, la regidora de Haro señala que, «puedo asegurar que el esfuerzo realizado por todo el equipo de gobierno ha ido enfocado a buscar el bienestar de los jarreros durante estos primeros doce meses. Esta actitud será la que marque el camino el resto de la legislatura».
Para finalizar, Laura Rivado destaca que «queremos convertir Haro en una ciudad del siglo XXI. Trabajar, trabajar y trabajar. Con ese lema, Haro seguirá en marcha y será el referente del enoturismo de España que siempre ha merecido ser».
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