
Haro
El restaurante Vega se despideHaro
El restaurante Vega se despideEste pasado domingo cerró sus puertas uno de los restaurantes más conocidos del casco antiguo de Haro: el Restaurante Vega. Este proyecto nació bajo ... el nombre de Bar La Parra cuando pertenecía a los tíos de María José Cámara, la propietaria actual. «Mi padre estaba de novio con mi madre e iba a coger en la plaza de la Paz el Bar La Bombilla. Mi tío le dijo: 'habla con Vega y si queréis os casáis y cogéis el bar'», recordaba ayer María José sobre los orígenes del restaurante.
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El nombre actual llegaría después, cuando se realizó una reforma hace 31 años y «en homenaje a mi madre, que era la que había trabajado y había luchado, puse el nombre de Restaurante Vega», comentó emocionada al rememorar a Vega Olarte, su madre.
Tras la dirección de Vega y Aurelio, fue el turno de sus hijos: María José y Mateo. «Mateo ha estado conmigo toda la vida. Aunque yo he llevado la gestión del restaurante él ha trabajado muchísimo», aseguró. «Es una persona que siempre ha estado detrás de la barra y que siempre ha acogido a los clientes de una manera más allá de restaurador-cliente», explicó Vega, hija de María José. Y aunque Mateo se jubiló hace tres años, María José continuó hasta este pasado mes de junio.
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También reconoció no ser consciente de terminar esta etapa y aseguró tener ganas de descansar y pasar tiempo con su familia. «Ya solo quedan las paredes, lo que son las personas ya no están, no están ni mis padres, ni mi hermano», explicó. «Yo tengo muchas ganas de descansar. Sí, me da pena que ya no voy a tener el trato como lo tenía con los clientes porque es muy gratificante la gente que viene y el cariño que te dan», continuó.
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María José aseguró sin ninguna duda que el éxito de este restaurante durante tantos años fue «mi madre». «Mi madre nos dejó aquí un legado sin duda impresionante. Ella me ha hecho a mí seguir. Estuvo luchando hasta que se quedó incapacitada. Para ella su vida era trabajar aquí», reconoció con emoción.
Su hija Vega añadió a las palabras de su madre que el éxito ha radicado en que «esto haya sido un negocio familiar. Familiar no solo porque lo ha llevado la gente de la familia, sino porque era una casa abierta. Los clientes venían y estaban en su casa».
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Está claro que María José también ha sabido ganarse durante estos años el cariño de todos los clientes que han pasado por el restaurante: «Miles de clientes me han comentado en persona o por redes sociales que les da mucha pena pero lo entienden, me dicen ya es hora de que disfrute de la jubilación». Por ello, todos estos años siempre quedarán en el recuerdo de todos los jarreros que han conocido esta familia.
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