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La alcaldesa de Haro, Laura Rivado, reconoce que la pandemia retrasó proyectos importantes, pero tiene muchos objetivos sobre la mesa, entre los que destacan la pasarela, el ascensor y el cambio a iluminación LED.
– Pasado el ecuador de la legislatura, ¿qué objetivos de los ... que se marcó en su inicio ha visto cumplidos?
– Siempre quedan cosas por hacer. Más que objetivos, proyectos, muchos. Nosotros comenzamos esta legislatura con proyectos iniciados en la anterior, pero que quedaron truncados y paralizados en marzo de 2020. Aunque se ha ralentizado nuestro ritmo, no hemos dejado de hacer cosas. Hemos conseguido rehabilitar un edificio tan emblemático para nosotros como el María Díaz. También se han llevado a cabo obras importantes, como el nuevo depósito de agua. Se han arreglado calles como La Ventilla, se ha arrancado el compromiso a la Comunidad Autónoma de un nuevo centro de día, etc.
– ¿Qué peso cree que tendrán en este avance los fondos destinados al proyecto de Enorregión en los dos años que quedan?
– Yo creo que el proyecto debe mirarse con visión a más años vista. Son unos fondos que nos permitirán ver cómo queremos que sea Haro de aquí a 20 años. Para mí, Enorregión va a suponer una inyección importante, que debe servir para reforzar el turismo, pero también la calidad de vida de todos los que vivimos aquí.
– ¿Ha despertado este proyecto iniciativa empresarial en Haro?
– En diciembre de 2020 contactamos con Tecnalia y nos están asesorando para presentar diferentes iniciativas a las convocatorias. Yo estoy preparando proyectos siempre con empresas privadas. Porque considero que presentar un proyecto sin el apoyo de la empresa privada es un brindis al sol. Para mí es una parte fundamental. Yo creo que estos fondos vienen para retomar los planes que se frenaron con la pandemia, y las administraciones públicas debemos facilitarlo.
– ¿Ya tiene en mente alguno?
– Sí, ya estamos en varios, el de digitalización del Barrio de la Estación es uno, pero estamos trabajando en muchos. Tenemos un proyecto muy interesante de energías renovables, con el que Haro puede ser pionero en España.
NUEVAS INICIATIVAS
– Hablando de empresas, las conversaciones con el Grupo Mondragón que anunciaron, ¿continúan?
– Sí, no va a derivar en la idea original pero seguimos en conversaciones para otras.
– De hecho, la iniciativa privada está dando un impulso a la construcción, como en Iturrimurri o en la céntrica Lucrecia Arana.
– Sí, en Haro hay mucho movimiento y eso se demuestra en que la obra privada surge. No hay una bodega en Haro que no ampliase sus instalaciones en la anterior legislatura. Eso se traduce en creación de puestos de trabajo, oportunidades de empleo y vivienda. Ahora mismo tenemos varios hoteles en marcha. Varios hoteles pendientes de la modificación del Plan General, permisos de Patrimonio, etc.
– Respecto a las obras, con la intervención de La Ventilla, hubo voces que consideraron que había otras calles que lo necesitaban más. ¿Hay algún proyecto en marcha para el centro?
– Hay un presupuesto destinado a arreglar la calle San Felices. Sí es cierto que hay calles que necesitan arreglo inmediato, como Julián Fernández Ollero o Eras de Motulleri y alguna más. En seis años hemos arreglado las calles Gonzalo de Berceo, Santa Lucía, toda La Ventilla, Arrabal, avenida de La Rioja, la calle Navarra... no se ha dejado de actuar. Sé que las obras de La Ventilla fueron molestas, pero actualmente es la que más comercios tiene en la localidad y necesitaba un buen lavado de cara si queremos que la gente pasee y compre. Ahora mismo se actuará en San Felices y, en cuanto se pueda, este año, en Julián Fernández Ollero, es urgente y se hará cuanto antes.
– ¿Tendremos este año autobús urbano?
– A mí me gustaría, pero hay que ser consciente de los plazos. Acabamos de contratar el pliego técnico y el estudio de costes, ahora debe redactarse, salir a licitación, se adjudicará... antes de seis meses no estará, pero sí este año.
pacto
– ¿Y la pasarela? ¿Estará para este año?
– No sé los correos que le hemos enviado a la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) y las conversaciones. Está todo enviado. Pero es un organismo grande y los trámites son lentos. El permiso tiene que llegar, porque técnicamente es un proyecto impecable. El ascensor es una obra mucho más rápida, que no depende de organismos que den autorizaciones y, en cuanto tengamos el proyecto –cuya recepción ha puesto como fecha tope el 25 de marzo de 2022–, licitaremos la obra.
– La comarca de Haro ha sido una de las más beneficiadas en el reparto de fondos europeos. Pero en octubre, usted se despidió de su cargo en la ejecutiva del PSOE regional, ¿se ha perdido sintonía con la presidencia? ¿Podría afectar a este reparto?
– No afecta para nada. Independientemente del cargo que yo pueda tener en la Ejecutiva del partido, yo aquí estoy para defender los intereses de mi localidad. Y es algo que haré gobierne el PP o el PSOE. Obviamente, con un Gobierno socialista, la sintonía y la comunicación es mayor, pero no quita que vaya a ser igual de reivindicativa para los jarreros, gobierne quien gobierne.
– En su Gobierno, el PR+ tiene peso dentro del tripartito. Visto lo ocurrido en Sajazarra y Cenicero, ¿peligra aquí el pacto?
– Rotundamente no. Tanto con PR como con Podemos tenemos una comunicación absoluta, con nuestras diferencias. Discutimos, y mucho, dentro del despacho, pero llegamos a acuerdos. Prima sacar esos proyectos adelante.
– ¿Objetivo para 2023?
– Mi objetivo de aquí a mayo de 2023 es tener la pasarela, el ascensor y la renovación de la iluminación a LED en la ciudad. Y, a partir de ahí, todas las cuestiones del día a día que van surgiendo, que no son pocas.
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