«Cuando se fue Ocón percibí un cambio en los compañeros, y no solo con los del Gobierno»

– ¿Cómo se encuentra después de comunicar su decisión?

– Estoy emocionada porque mucha gente me está llamando y me está dando ánimos. Hay que tirar para adelante con la decisión que se ha tomado. Obviamente hay gente a la que le ha parecido bien y a otra mal, pero pido respeto al paso dado, igual que cuando lo pedí al presentarme. Es el fin de una etapa; nadie es imprescindible. Yo hasta junio voy a ser la alcaldesa de Haro y seguiré trabajando por la ciudad y para que el PSOE vuelva a gobernar en Haro.

– ¿Le han llamado desde el Ejecutivo regional?

– Hablé con la secretaria de Organización del partido, María Marrodán. Le comuniqué que había tomado la decisión, que dejaba la secretaría y dejaba de ser la candidata en Haro. Ella me preguntó si lo había pensado bien y le contesté que sí. Y además le dije, tanto a ella como a la secretaria general, Concha Andreu, que entendía que ahora era el momento de hacerlo. Después de ocho años no son decisiones fáciles. Hay que estar tranquilo y sereno. Por eso no fue antes. Y después tampoco porque no quiero hacer daño al partido. Tengo que dejar un tiempo prudencial para que la nueva dirección tome las riendas, elabore una lista, un proyecto... y elija a un candidato o candidata. Se requiere un tiempo. No lo puedo anunciar en abril.

– ¿Qué le transmitió la presidenta Andreu?

– Me dijo que tenía que sentirme orgullosa por el trabajo de estos ocho años, que ella lo estaba por la labor que se ha hecho en Haro. Y que me tenía que marchar muy contenta, porque cuando entramos a gobernar la situación política para el PSOE era muy difícil y le dimos la vuelta. En 2019 ganamos al PP, algo que nunca había pasado en Haro. Me remarcó que tenía que estar muy orgullosa de ello.

– ¿Ella no le preguntó si lo había pensado bien, como Marrodán?

– La verdad es que no lo recuerdo porque estaba muy emocionada por todo lo que estaba pasando. Pero a María le respondí que era una decisión en firme.

– Y la gente que usted mencionaba en su comunicado, que ha provocado determinadas circunstancias que le han llevado a tomar esta decisión, ¿quiénes son? ¿y qué pasó?

– Creo que hay detalles que ya se conocen. Yo siempre he dicho que yo como Laura Rivado puedo caer mejor o peor, pero represento a un Ayuntamiento y eso es muy importante. Para mí las cosas tienen un orden; jamás diré una palabra a nivel institucional de otro cargo público. Sea o no de mi partido. Si no lo hago de la oposición, no lo voy a hacer de un cargo del Gobierno de La Rioja o una consejería. Lo mismo con Paco Ocón. Tengo muy buena relación con él. Cómo no la voy a tener si fue él quien me metió en esto y me dio la confianza para ser su secretaria de Organización. Pero hacia la alcaldesa de Haro ha habido algunos gestos que se tenían que haber gestionado de otra manera, y me he sentido un poco dolida.

– ¿Tiene más enemigos en la oposición o en el Gobierno?

– No tengo enemigos, ni dentro ni fuera. Hay gente con la que me llevo mejor y con otros menos. Con algunos me iría de cañas y con otros, trabajo.

– ¿Hay más gente ahora con la que se iría de cañas que cuando entró?

– Sí, considero que tengo muy buena gente alrededor. Por ejemplo, al consejero de Educación, Pedro Uruñuela, se lo he transmitido. Yo le estoy muy agradecida porque gracias a su departamento hemos sacado adelante proyectos como el María Díaz, la guardería, la ludoteca, el instituto, etc. Cosas que sentía que le debía a la gente de Haro. Y le he agradecido su respuesta tan positiva.

– ¿Hubo un cambio en la relación con el Gobierno cuando se fue Ocón?

– Yo sí he percibido un cambio en los compañeros, y no solo con los del Gobierno de La Rioja. Igual como vieron que yo iba con Paco y Paco ya no iba a ganar, tenían que cambiar de bando. Pero para mí nunca fue un bando. Era mi secretario general y ya está. Tan loable es su actitud como la mía. Fue mi secretario general, contó con mi apoyo al 100% hasta el último minuto, pero soy disciplinada. Y aquí se vota y se elige a una nueva persona. Pueden revisar mis redes, que yo nunca diré una palabra mala ni de Paco ni de Concha.

– ¿Está contenta del trabajo realizado estos años?

– Sí, un poco triste porque las administraciones son muy lentas. La gente no es consciente de la burocracia que conlleva todo. Pero he trabajado mucho hasta el último aliento y lo seguiré haciendo. No he buscado en la política una salida profesional. Yo dejé la empresa privada para venir aquí. Salí alcaldesa, me quise reevaluar, me volví a presentar a las elecciones en 2019 y gané. Con lo cual, entiendo que la gente estaba contenta.

– ¿Volvería a la primera línea si cambiasen las circunstancias y la gente de la que hablaba?

– Dentro de un tiempo no lo sé. Tengo 41 años y a día de hoy considero que necesito parar. Estar detrás, ser base. Han sido ocho años muy intensos tanto en la Alcaldía como a nivel personal, donde he tenido que rechazar muchas cosas. Yo haré todo lo necesario para que el nuevo candidato tenga una continuidad. Me ofreceré a acompañarle y explicarle lo que sea el tiempo que sea necesario.