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Avenida de La Rioja. Uno de los carteles que indica por dónde continuar para llegar al centro de la ciudad. M.C.
La obra de La Ventilla, un laberinto urbano

La obra de La Ventilla, un laberinto urbano

Haro. La segunda fase de trabajos en la arteria principal obliga a complicados desvíos para acceder al centro, justo cuando la ciudad celebra el 'Garnacha' y 'Abocajarro'

Sábado, 16 de octubre 2021, 02:00

Las obras de la calle La Ventilla daban ayer un paso más. Los trabajadores iniciaban la segunda fase que llegará hasta la calle Alemania, aunque la primera se encuentra aún en todo su 'esplendor'. La obra se ha convertido en un auténtico laberinto urbano, en el que la cartelería obliga a realizar complicados desvíos para acceder al centro de la ciudad. La situación no supondría un grave problema cualquier otro día, pero precisamente este fin de semana Haro espera una gran afluencia turística por la coincidencia del 'Garnacha' y 'Abocajarro', a pesar de la suspensión de la Eroica.

El concejal de Obras, Ángel Conde, que ayer se reunía con el jefe de obra y el arquitecto municipal, dijo que el objetivo es finalizar la actuación cuanto antes, pero se encuentran con el problema de los comercios. «Queremos molestar lo menos posible y, si metemos más maquinaria, el perjuicio será mayor», valoraba Conde.

Con este dilema, la arteria principal de la ciudad queda cerrada. Anteayer se instaló un cartel a la entrada de la calle desde la plaza Castañares de Rioja que advertía de la situación y dirigía a los transeúntes a la calle Juan Carlos I. Esta es una de las dos opciones para acceder al centro, a la plaza de la Paz.

Comerciantes protestan por la coincidencia de la obra con un fin de semana de gran afluencia turística

La segunda es girar en la misma plaza de Castañares hacia la izquierda y adentrarse en la ciudad por la paralela a La Ventilla, la avenida de La Rioja, aunque a la altura de Los Agustinos otro cartel recuerda que es necesario desviarse también, atravesar La Ventilla, primero por Martínez Lacuesta y luego por Donantes de Sangre, y tomar Santa Lucía hasta la plaza de la Cruz, que, aunque también está aún levantada, permite tomar Lucrecia Arana.

Todo este laberinto es el que se encontrarán quienes se acerquen a disfrutar mañana de una nueva función del Garnacha o de las actividades paralelas del festival 'Abocajarro'. Y quien se haya quedado en Haro a pesar de la suspensión de la prueba Eroica Hispania. Es un momento de auge cultural, por lo que algunos comerciantes se mostraban molestos, como Íñigo Mediavilla, propietario del estanco. «Llevamos en esta calle sin zona de aparcamiento desde mediados de agosto. Y en este tramo los cerraron una semana antes del puente, que son fundamentales para poder trabajar», denunciaba. «No tiene lógica que en fechas en las que viene gente de fuera a dejarse el dinero aquí, les hayamos puesto todas las trabas posibles. La gente no puede aparcar y pasa de largo», añadía.

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