La nostalgia invade el corazón jarrero

En su lugar, la Concejalía de Festejos propuso una serie de actividades enfocadas al disfrute de los más pequeños. En este sentido, la plaza Garrás fue el escenario de numerosas actuaciones infantiles. También se pudo desarrollar el acto de entrega de 'Mi Primer Pañuelo de Fiestas'.

Por su parte, la Cofradía de San Felices se ha encargado de organizar los actos más solemnes durante los festejos. Las Vísperas, y las misas en honor a San Felices y San Pedro inundaron la parroquia de Santo Tomás de sentimiento y emoción. Siempre con los Regidores Síndicos a la cabeza, Ana Gloria Eguren, Javier Casalduero y Esther Sáenz de Benito, los ritos religiosos han sido seguramente los momentos más especiales y emotivos de las fiestas harenses.

Entre las novedades han destacado las sesiones de autocine, ubicado en el aparcamiento junto al campo de fútbol de El Ferial, al igual que los fuegos artificiales, lanzados desde distintos puntos de la ciudad para evitar aglomeraciones. Las animaciones musicales también han dado color y armonía a las calles jarreras con la participación de grupos como The Nowhere Plan, Wilma, Mayor Swing, Charlot Dixie Band, Rebeldes del Swing, Coupage o Dixiemulando.

En definitiva, las fiestas del COVID-19 han sido las fiestas de la nostalgia y de la esperanza de que San Felices aguarde desde su risco la llegada de los romeros cargados de vino el año que viene.