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Una pequeña se acerca a un edificio que alberga pisos turísticos. M.C.
Los hoteles y pisos turísticos de Haro, al ralentí

Los hoteles y pisos turísticos de Haro, al ralentí

Aunque algunos establecimientos hoteleros jarreros han cerrado, buena parte de ellos sobreviven en una situación límite con los escasos viajes de trabajo que paran en la ciudad

Lunes, 16 de noviembre 2020, 07:47

Aunque algunos establecimientos turísticos han cerrado, la mayor parte de ellos permanecen abiertos, con una mezcla de «esfuerzo y lucha», como explicaban desde el hotel y restaurante Arrope, y soportando ya las embestidas de una incipiente pero efectiva crisis económica.

En el caso del turismo de la comarca de Haro y especialmente en la ciudad, por el cierre de sus fronteras, los únicos turistas que la visitan, ni siquiera son turistas: lo hacen por trabajo, y en la inmensa mayoría de los casos, solo de lunes a viernes. «Los fines de semana no hay nada de movimiento», confirman en el hotel Ciudad de Haro que, al menos, cuenta con gente a diario en el restaurante de su clientela por motivos laborales. «Con ellos tenemos 2 o 3 mesas. El fin de semana, cero», comentaban. Hay sitio para la anécdota: una persona diferente pasó por aquí, era gallega, y se dirigía al médico a Barcelona. Nada más».

La situación es diferente en los apartamentos turísticos, establecimientos orientados al ocio y la ciudad. Sin turismo, no hay clientela y en muchos casos están abiertos: «Nosotros podemos mantenernos abiertos porque casi no tenemos plantilla. Tenemos todo preparado, sólo necesitamos poner la calefacción», explicaban en los apartamentos 'Tinto Dreams'. «Estamos abiertos, pero no tenemos clientes desde hace semanas. Han cancelado todas las reservas y no tenemos próximas tampoco».

«Podemos mantenernos abiertos porque casi no tenemos plantilla», cuentan en los apartamentos 'Tinto Dreams'

«De momento no nos planteamos cerrar, aunque hemos reducido el servicio; hay que seguir tirando», dicen en el Arrope

Los apartamentos 'Wine & Soul' han tenido clientes este fin de semana procedentes de La Rioja Baja, o incluso alguna pareja de Haro.

No es así en el caso de los grandes hoteles, como Los Agustinos y el hotel Luz, que han cerrado sus puertas. En el caso del popular convento y reclamo turístico, ha permanecido abierto dos meses: septiembre y octubre, aunque sin el servicio de restaurante. Otros han reducido sus servicios, como en el céntrico Arrope, aunque mantienen las habitaciones abiertas. Sin embargo, el restaurante ahora solo ofrece comidas y desayunos, y ahora cierra los domingos.

«Estamos abiertos, pero no hay mercado –explicaban–. A nosotros nos ha afectado muchísimo porque nuestros principales clientes son de Madrid, Cataluña, País Vasco o Logroño. De momento, no nos planteamos cerrar, hay que seguir tirando».

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