Martes, 5 de septiembre 2023, 13:24
Estar en primera fila de la atención sanitaria conlleva la exposición a un riesgo latente que Manuel Montoya, el trabajador fallecido el lunes en el atropello mortal de Haro, asumió cuando decidió ser trabajador sanitario. Por eso, cuando el covid desembarcó en La Rioja ... no dudó en entregarse a su labor: en primera línea de batalla contra la pandemia, le tocó ser miembro del equipo que atendió en Calahorra al llamado paciente cero, el primer enfermo en contagiarse.
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Montoya recordaba aquel episodio de su vida laboral ante las cámaras de TVR, formando parte de una serie de entrevistas al personal sanitario cuando la pandemia atravesaba su fase crítica. La víctima mortal del atropello, en unas imágenes que conmueven a la vista del drama vivido el lunes en Haro, recordaba que siempre entendió que la pandemia no iba solo de estadísticas, sino que había un plus emocional que como sanitario también debía atender.
En sus declaraciones, mientras rememoraba lo particular de aquel servicio a la víctima del covid y destacaba lo doloroso que resultó convencer a la familia de la conveniencia de no despedirse mientras contacto personal para evitar contagios, también advertía que sobre la necesidad de profundizar en un reconocimiento por la labor, muchas veces más silenciosa, que día a día realizaba junto a sus compañeros del ámbito sanitario. Un reconocimiento que pedía que fuera más lejos de aquella coyuntura y se dirigiera al conjunto de su labor. Unas palabras que cobran ahora especial relevancia, recién fallecido mientras prestaba su servicio.
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