Un instante de la prueba de obediencia que tienen que superar. :: J.A.

Haro acoge la cita mundial del boxer

El fin de semana se celebra en El Mazo el campeonato del mundo que busca al mejor ejemplar de la raza canina

Lunes, 2 de abril 2018, 08:54

Los días 7 y 8 de abril, el Boxer Club de España organiza, en el parque de El Mazo de Haro, el campeonato de mundo Atibox WM IPO 2018. Se trata de una modalidad de adiestramiento deportivo canino muy arraigado en otros lugares de Europa ... pero aún desconocido para el gran público en España.

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La localidad jarrera acogerá en esos dos días a participantes de once países como Alemania, Chequia, Eslovenia, Australia o Japón que competirán con cincuenta perros diferentes.

Uno de los impulsores de que esta importante cita se celebre en territorio riojano es Jorge Alcaraz, delegado de trabajo del Boxer Club en esta región y participante en esta competición en cuatro ocasiones. Asegura que Haro «dio desde el principio todo tipo de facilidades para poder celebrar el campeonato».

Cerca de cincuenta perros deberán superar distintas pruebas de rastreo, obediencia y protección

Afirma que es una manera atractiva de conocer la raza boxer y de entender que el adiestramiento «está destinado a demostrar la inteligencia y utilidad del perro». El campeonato está dividido en tres pruebas fundamentales que los perros deben superar: rastreo, obediencia y protección.

En la primera, el guía hace un recorrido por la pista de competición de unos 800 pasos en los que deja tres objetos en el suelo. Una hora después, el perro debe seguir el rastro y marcar las zonas en las que se depositó el objeto.

La prueba de obediencia incluye una serie de ejercicios al pie, alguno de los cuales son alrededor de un grupo de gente. Durante el seguimiento, hay, entre otras, una prueba de disparo de revólver para asegurar que el perro no reacciona abiertamente a tales ruidos bruscos.

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El reto de la protección consta de varias pruebas en las que el perro debe demostrar su valor, temperamento y control atacando a la manga de un figurante y parando a la primera orden de su guía.

Asegura Alcaráz que el boxer «no es la raza más fácil para ser adiestrada pero eso lo hace más atractivo para la gente». Su hocico chato le dificulta el rastreo con respecto a otras razas y su «cabezonería» les hace más reacios a la obediencia. Sin embargo, es una raza «especial» para participar en terapias y en familia.

La cita jarrera recoge el testigo de Benicarló. Esta localidad valenciana fue la última sede española que organizó este evento en el 2002.

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