«El autoempleo está en auge entre los jóvenes jarreros»

Durante el mes de julio quince jóvenes han participado en las actividades organizadas por YMCA en Haro. Su técnico responsable, Mari Carmen Vélez, considera que los jóvenes viven un momento complicado y cuentan con menos opciones de ocio, motivos por los cuales, en lugar de organizar el tradicional campamento de día infantil, han dedicado sus esfuerzos a los adolescentes.

– ¿Cuál es el objetivo de YMCA?

– La misión es el desarrollo del potencial de niños y jóvenes y, este verano, hemos visto que una de las principales necesidades o carencias de Haro son las actividades para jóvenes, motivo por el cual hemos decidido enfocarnos en ellos durante este verano.

– ¿Y qué actividades se han organizado?

– El mismo grupo que viene durante todo el año ha sido el que ha pedido que organizásemos actividades también en verano. En junio empezaron a diseñar una programación sobre lo que ellos querían hacer. Nosotros les hemos añadido el programa 'Yo sí me quiero', que ha consistido en varias sesiones sobre igualdad y empoderamiento. Hicimos una sesión muy divertida sobre la música, los temas musicales actuales, cómo muchos de ellos están totalmente sexualizados y cargados de violencia contra la mujer.

– ¿Cuál es su reacción ante estos contenidos?

– Pues sinceramente, asustados, porque no eran conscientes de las letras. De una manera inconsciente se asimilan y las cantan, como un himno, pero no se habían detenido a escuchar el significado. Es algo que no solo pasa ahora, siempre ha habido temas con esos contenidos, pero ahora parece estar de moda. Ellos creen que no tiene importancia, pero vas sumando minucias y, al final, te encuentras con una gran presión sobre los jóvenes, las mujeres en este caso. Versan sobre el amor idealizado, un amor romántico y un amor al servicio del hombre, prácticamente.

– ¿Y entre las actividades que ellos han propuesto?

– Muchos días han estado destinados al deporte. Hemos ido a El Mazo, donde han jugado a baloncesto y voleibol al aire libre. También juegos con globos de agua, carreras de camareros y también hicimos una gincana en la Fuente del Moro y dos paseos saludables, con mochila y a andar, que les encanta. Un día fuimos a Briñas y otro, a la presa del Viano.

– ¿Cuáles son las actividades que más éxito han tenido?

– Principalmente, las de excursiones y las de al aire libre. Nos sorprendió que a la excursión con kayak no vino mucha gente. Creo que les daba miedo... y por ejemplo, las de manualidades, les encantan a los chicos. También les gustó mucho pintar palés.

– Al margen del ocio, ¿continuáis en verano con el programa de orientación laboral?

– Sí, es un programa que comenzó en Haro el año pasado y cuenta con bastante éxito. Consiste en un itinerario individual en el que, además de orientación laboral a menores de 30 años que ni estudian ni trabajan, hacemos una intermediación. Contamos con una prospectora laboral que va a las empresas y les explica el programa de garantía juvenil de la UE, en el que si se contrata a uno de ellos, cuenta con una bonificación en la Seguridad Social. Es una manera de incentivar la contratación de jóvenes, porque las cifras son cada vez peores. Y la brecha digital está creando diferencias sociales.

– ¿Cuál es la situación en Haro?

– Hay muy poca oferta formativa y los jóvenes, a partir de cierta edad, se van. Los que se quedan adquieren una formación básica y consiguen trabajos para los que se requiere poca cualificación. Sin embargo, el autoempleo está en auge. Hay bastantes jóvenes emprendedores ahora mismo en Haro. Hay más de una decena en nuestro programa con LaCaixa.

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