La exedil de Haro Patricia Mateos, denunciada por calumnias por un compañero de lista de Podemos

Mateos ha sido citada a declarar a declarar esta mañana en el cuartel de la Guardia Civil de Haro.

Mientras el partido de Pablo Iglesias navega en La Rioja capitaneado por una gestora que parece llamada a perpetuarse en su silente y discreta inacción, los problemas, como los niños, le crecen. Dentro y fuera. Esta vez es una cuestión doméstica que ha alcanzado trascendencia judicial. La protagonizan dos candidatos que compartieron plancha en Haro en las últimas elecciones municipales. Uno, candidata, la exconcejala que finalmente ocupó el puesto número dos, aunque inicialmente fue anunciada como cabeza de lista, Patricia Mateos. El otro, el siguiente de la lista jarrera, Aitor Alende Ares, profesional del sector de la limpieza sin otros antecedentes relevantes en la actividad pública.

Los hechos que han derivado en la iniciativa de Mateos ante la Comisión de Garantías y en la consecuente respuesta, más contundente, la denuncia de Alende ante la Guardia Civil, se remontan a la noche de última jornada electoral, el 26 de mayo pasado, según el relato que Mateos trasladó a la Comisión de Garantías de la organización política a la que pertenecen ambos.

Sostiene la exconcejala que en un determinado momento de la noche, seguramente durante la 'celebración' de unos resultados no demasiado halagüeños para la formación morada –que salvaba apenas por unas décimas y un puñadito de votos una de las tres actas que cuatro años antes había logrado Mateos como cabeza de lista–, Aitor Alende habría tenido para con ella un comportamiento impropio. Las fuentes consultadas por este medio describen la supuesta 'impropiedad' de ese comportamiento en grados muy diferentes. La propia interesada declinó la invitación de Diario LA RIOJA en tanto el asunto no quede sustanciado en las vías que ahora se encuentran abiertas.

Otro tanto de silencio prefirió el denunciante, que el pasado jueves 11, una vez tuvo noticia de que Mateos había puesto en conocimiento de la Comisión de Garantías de Podemos su denuncia, se dirigió al cuartel de la Guardia Civil de Haro para interponer otra de mayor trascendencia que la queja orgánica de su compañera de lista: una denuncia por calumnia, un delito contra el honor que se refiere a la imputación de un delito «hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad».