«Cuando entraron las agentes, ella dijo que la iban a detener»

La mañana de aquel 12 de diciembre es recordada por las trabajadoras del establecimiento aún con temor. Aquel día, la tensión circulaba sin control por los pasillos al conocerse el ataque que tuvo como fin la recaudación del puente de la Inmaculada, en total 9.000 euros. Una de las empleadas se encaminaba a la sucursal de CaixaBank, en la misma avenida de la Paz, cuando fue introducida en un callejón a escasos cinco metros de su destino por dos individuos que le robaron la mochila que portaba.

Ya entonces las trabajadoras sospechaban que tenía que ser alguien cercano, porque el ingreso del dinero nunca se producía a la misma hora ni por la misma persona. La responsable de su depósito aquel día aún digiere el susto. Y también sus compañeras, quienes deambulaban de un lado a otro hablando a susurros y dejando caer alguna lágrima.

Pero no todas lo hacían. Había una trabajadora, que llevaba años en la empresa, que se mostró tranquila y fría, según comentaban este jueves varios testigos de aquella jornada. La misma actitud que mantuvo durante los casi dos meses en los que las fuerzas de seguridad llevaban a cabo sus investigaciones, hasta el jueves 2 de febrero.

Entonces, y según relatan varios testigos en el supermercado, la empleada se dirigió a su superior: «Tengo que salir». Cuando le preguntaron los motivos, en el súper se escuchó su respuesta: «Vienen a por mí, me van a detener». Dos agentes vestidas de paisano la acompañaron hasta la puerta y se marcharon.

Aunque no se esperaban su detención, ya que no sospecharon de ella en ningún momento, sí han ido atando cabos. «Por comentarios durante estos dos meses y alguna reacción», explicaban. Algo que entonces les extrañó, pero que ahora encajan perfectamente, dotando de sentido el desarrollo de los acontecimientos. De momento, la investigación sigue en marcha y se ha decretado el secreto de sumario.

Dos ladrones robaron en la mañana del 12 de diciembre un importante botín en Casalarreina, la recaudación que el supermercado Lupa había obtenido durante los dos últimos días del puente de la Inmaculada.

El atraco sucedió fuera de las instalaciones del establecimiento, en torno a las 9.30 horas, cuando una de las trabajadoras llevaba los 9.000 euros recaudados a una entidad bancaria para ingresarlos.

La empleada comenzó el trayecto en el supermercado, ubicado en la plaza de Santo Domingo de Guzmán, junto al palacio de los Condestables, y a la altura del bazar situado en avenida de la Paz, dos encapuchados la empujaron a un callejón, donde le sustrajeron la mochila.

A continuación, los individuos se montaron en un vehículo –un BMW negro–, donde les esperaban dos compinches más, y    abandonaron el municipio por la carretera de Tirgo mientras arrojaban por las ventanillas lo que no necesitaban de la bolsa, en la que se encontraban pertenencias de la empleada.

Los ladrones, que no utilizaron armas de ningún tipo, no intentaron llevarse la cartera de la víctima, que no sufrió ningún daño.