

Secciones
Servicios
Destacamos
Ana de la Fuente no ocultaba su tristeza por el cierre del negocio, pero reconocía que no hay relevo. Han tenido que pasar 79 años para que la tienda de ropa femenina, uno de los comercios más emblemáticos del mismísimo corazón de Haro, cierre sus puertas. «Me da muchísima pena, me siento responsable y me duele. Uno de los obstáculos para tomar esta decisión con alegría es que me da pena dejar un vacío en esta esquina tan bonita de la plaza de la Paz, aunque espero de verdad que no esté mucho tiempo con la luz apagada –comentaba ayer resignada–. Confío en que, sea lo que sea, lo van a cuidar igual que yo». Y es que Ana de la Fuente es una enamorada de su pueblo. «He nacido aquí, en la plaza, y he vivido toda mi vida aquí. No somos eternos, pero queremos que las cosas perduren y, si pueden ir mejorando, mejor aún», afirmaba.
Todo empezó con la Mercería El Sol aunque, cuando en 1943 su madre Berta Castillo fundó la tienda, que por aquel entonces ocupaba la mitad de lo que hoy abarca, todos decían: «Vamos a donde Berti».
«Entonces era lo que había –continuaba su relato De la Fuente–. No existía el 'prêt-à-porter' (ropa lista para llevar). Aquí vendían de todo, pero mi madre cosía muy bien, le encantaba la costura, los figurines. Así que poco a poco fue introduciéndose en la moda, sin dejar la mercería». Empezó confeccionando ropa de niños. Y su hija Ana entró en el negocio en 1974, cuando todavía quedaban reminiscencias de la mercería. Por sus mostradores aún se extendían lanas y botones, pero tendía más a la confección. «A mí la mercería no me gustaba nada –recordaba con una sonrisa–. De hecho, aún tenía muchos pajaritos en la cabeza y no me gustaba la tienda. Pero soy la única chica de cuatro hermanos y para mi madre su trabajo era su pasión, su mejor hijo, así que yo estaba predestinada a encargarme de él».
En 1983 se realizó la esperada ampliación y adquirió la forma actual del local. Entonces no solo creció la tienda, sino también sus escaparates, algo que llamó mucho la atención de los clientes. «Fue un gran cambio –recordaba Ana–. También le dimos un toque más actual porque, al final, tienes que adaptarte a los tiempos. Yo siempre me pregunto quién ha ido tomando las decisiones, si la tienda, que ya es un ente que ha evolucionado, o las tomamos nosotros». Y esa evolución hizo que la mercería se convirtiese en 'Modas El Sol', después 'El Sol' y, finalmente, 'Ana de la Fuente'.
Hubo una reforma posterior para actualizarla unos años después, con cambio de mobiliario e iluminación, y en 2010 se transformó en lo que es hoy. «Creé lo que para mí es 'mi niña', para lo que decidí dar un cambio total. Y, como todos, primero llegó a la cabeza. Todos los cambios son de dentro hacia afuera».
Y llegó 'Ana de la Fuente', la tienda que siempre quiso que fuese. «Fue con todo el cariño, la consideración y el respeto a este recuerdo de mi madre y a lo que fue la tienda, por eso siempre quisimos mantener su esencia».
Durante estos años, las jarreras han tenido a su alcance ropa con las mejores tendencias nacionales e internacionales. «Siempre hemos buscado marcas pioneras, que están también en los mejores lugares, tanto en París como en Barcelona o Madrid. Tenemos una clientela buenísima, y no solo de la comarca, sino de toda España. Gracias al turismo enológico que recibe Haro nos hemos convertido en un referente».
Y es que no sabría definir los gustos de las jarreras. «Nunca he comprado pensando en nadie en particular. Es un equilibrio entre lo que te gusta y lo que crees que puedes vender. Y nuestras clientas han evolucionado con nosotros. Cada temporada ha sido una reválida y hemos tenido la suerte de que nuestros clientes nos han valorado muchísimo».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Cristina Cándido y Álex Sánchez
Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.