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La presidenta Concha Andreu ha anunciado la cesión del inmueble de Cruz Roja por parte del Ayuntamiento, en el que se llevará a cabo una reforma integral por un importe de cuatro millones de euros.
El edificio tradicional de la calle Siervas de Jesús, conocido ... como el de la Cruz Roja, por albergar sus estancias durante gran parte de su historia, será transformado en un centro de participación activa y un centro de día, según ha anunciado esta mañana la presidenta del Gobierno Riojano, Concha Andreu, acompañada por la alcaldesa de Haro, Laura Rivado.
La intervención, tras su cesión por parte del Consistorio, supondrá una inversión de cuatro millones de euros, se prolongará durante dos años y medio y entrará en funcionamiento en el año 2023.
Con ella se ampliarán de 20 a 30 las plazas disponibles en la actualidad.
«Los Gobiernos debemos adaptarnos a las nuevas necesidades -manifestaba Andreu-, actualmente el 19% de la población de Haro tiene más de 65 años, y cada año, como en toda La Rioja, aumenta su edad media».
La construcción de este centro, según anunció, «forma parte de una estrategia mucho más amplia, de cohesión social, enfocada a recibir financiación europea a través de las líneas habilitadas por la comisión para el plan de apoyos y cuidados».
Por su parte, la alcaldesa de Haro ha declarado que estamos ante «una de las noticias más importantes y más esperadas por parte de los jarreros, que llega fruto de la buena sintonía que existe entre ambas administraciones».
Respecto a la intervención, destacó que se trata de la rehabilitación de un edificio histórico, del siglo, XVIII, «que reactivará también el casco histórico de nuestra ciudad e impulsará la actividad comercial de la zona».
Además, recordó que en menos de tres años han llegado tres de las reivindicaciones mas necesarias de la ciudad gracias a esta sintonía: la nueva ludoteca, el aparcamiento de la calle Gonzalo de Berceo y la creación de un nuevo centro de día.
El edificio situado en Siervas de Jesús 2 está abandonado desde el año 2005. Hasta entonces, había sido utilizado para viviendas, para sede de la Cruz Roja y hasta albergó un hospital. De planta cuadrada, fue construido en el siglo XVIII, en 1766, está compuesto por tres alturas y alrededor de 700 metros cuadrados por planta.
No le han faltado novios al emblemático edificio -a pesar de su lamentable estado-, aunque cierto es que ninguno ha cuajado. En los últimos años ha pasado de vislumbrar su futuro como plaza pública a un prometedor hotel. De todos ellos hay rastro en la hemeroteca, pero hechos, ninguno.
En 2018 se planteó su reforma y para ello se dotó de una partida de 25.000 euros en el presupuesto anual. El plan consistía en vaciarlo y dejarlo abierto al ocio.
En mayo de 2019 se presentó en el Ayuntamiento una memoria firmada por el arquitecto Álvaro Martínez Fidalgo en la que se proyectaba en el edificio un espacio abierto al público en forma de plaza interior. «Queremos hacer un pulmón verde en pleno centro de Haro», dijo la alcaldesa entonces.
En febrero de 2020, el Ayuntamiento puso a la venta el edificio por 165.000 euros, buscando la mano de inversores privados para que el histórico edificio tuviese una nueva oportunidad, tal vez como espacio de uso turístico como un hotel, que cercenó la pandemia.
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