El párroco Fernando Azofra, el Delegado de Patrimonio, Don Jesús I. Merino, y el Comandante Jefe de Guardia Civil de Haro, Luis Villar. Sonia Tercero

San Torcuato recuperó la pieza robada de su parroquia 45 años después

La pieza fue recibida entre aplausos de manos de la Guardia Civil de Haro, que la localizaron en una subasta en Madrid

Lunes, 15 de abril 2024, 14:04

La parroquia de San Torcuato acogió la entrega de la pieza de la puerta del sagrario por parte de efectivos de la Guardia Civil de Haro al Delegado de Patrimonio de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Don Jesús Ignacio Merino, que estuvo ... acompañado por el párroco Don Fernando Azofra, la alcaldesa de la localidad, Silvia Muñoz, y una decena de vecinos.

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La obra, que fue sustraída en diciembre de 1978, fue entregada por el Comandante Jefe de la Compañía de la Guardia Civil de Haro, Luis Villar, y el Cabo 1º Jefe de Grupo de Investigación y Apoyo de la misma compañía, César Rubio. Pertenece al retablo realizado por Hernando de Murillas a finales del siglo XVI. A principios de este año apareció en un lote de subasta de una casa madrileña, por lo que desde la Delegación Diocesana de Patrimonio se interpuso una denuncia en dependencias de la Guardia Civil.

Sonia Tercero
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«La suerte que tuvimos fue que Gabriel Moya Valgañón hizo el inventario del patrimonio artístico religioso de La Rioja en 1972, y ya se documenta esta pieza -detallaba el delegado de Patrimonio-. En 1978 esta iglesia sufrió el robo, se llevaron la puerta del sagrario y ha estado desaparecida hasta este momento, en el que gracias al buen hacer de los que lo localizan en la casa de subastas, a las fuerzas de seguridad, al párroco, se consigue recuperar esta pieza».

Por su parte, el párroco Fernando Azofra no ocultaba su alegría. «Para nosotros es una satisfacción poder devolver lo que nunca se tenía que haber ido de aquí», señaló, antes de que los asistentes rompiesen en aplausos.

A continuación, todos se desplazaron al templete, donde colocaron la obra, que encajaba perfectamente, 45 años después, de nuevo entre aplausos.

La pieza robada estaba deteriorada. Entre otras, le faltaba la mano derecha con la que bendice el Señor, por lo que la actual es un añadido realizado en algún momento del tiempo que ha estado desaparecida, de 1978 a ahora, «algo que habrá que restaurar y devolver a su estado. Es una pieza preciosa que lleva la fuerza típica de la obra de Hernando de Murillas», valoró.

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La obra, que iba a partir desde 400 euros como precio de salida, habría alcanzado un valor «difícilmente calculable», como apuntaba Rubio, debido a su antigüedad. La instrucción continúa abierta, en la búsqueda de los dos asaltantes que aquella tarde vieron varias personas del pueblo.

«Mi padre llegó a casa aquel día contando que había visto a dos forasteros salir de la iglesia con un maletín», explicaba una de las vecinas. «Sabíamos que había gente detrás del Cristo, pero no esperábamos que fuesen a llevarse esta pieza», recordaban vecinas de las familias Larrea Riaño y Riaño Larrea. «Antes todas las puertas estaban siempre abiertas».

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Un relieve del Resucitado del año 1590, de Hernando de Murillas

La iglesia de San Torcuato es del siglo XVI, de 1500. A finales del siglo XVI contaba con un retablo principal que actualmente se encuentra en restauración. El que actualmente está instalado es del siglo XVIII. Cuando confeccionaron el nuevo, el retablo mayor que había, de Hernando de Murillas, del año 1590, pasó al lateral del altar, según explicó el Delegado de Patrimonio de la Diócesis.

La pieza recuperada pertenecía a ese retablo original, del siglo XVI. Aunque el retablo se está restaurando, se mantiene en esta ubicación el templete, «el lugar que ocupaba esta pieza y que ocupará, porque es la puerta del sagrario», detallaba Merino.

La obra de Hernando de Murillas el viejo -porque luego le sucedería su hijo Hernando de Murillas el joven- data del año 1590. Es discípulo de Pedro de Arbulo, en cuyo taller ubicado en Briones, a finales del XVI, aprendió el oficio de escultor. La pieza es un relieve del Resucitado. «Se trata de piezas que no solo son patrimonio artístico, sino también espiritual -continuaba Merino-. Ya que es el regreso a su sitio de un relieve de la Resurrección en Pascua, que nos habla precisamente de la Salvación de Cristo».

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