Grañón alquila su albergue-bar de Carrasquedo

El albergue de Carrasquedo, en Grañón, junto con su bar y restaurante, volverá a quedar libre a partir del 31 de marzo, fecha en la que finaliza el contrato con la actual adjudicataria. Anticipándose a ese final, el Ayuntamiento de la localidad ha comenzado a publicitar su próxima disponibilidad, en el deseo de establecer una primera toma de contacto con las personas interesadas, de cara a que el servicio municipal tenga continuidad.

Para ello ha facilitado el número de teléfono 941 42 06 85, que atiende los lunes, miércoles y viernes, de 8.30 a 15 horas. A través de él, quien lo desee puede recabar algo más de información e, incluso, acordar una cita para ver las instalaciones, que se localizan a algo más de un kilómetro del casco urbano, en medio del entorno natural.

Es «ideal para familias», dice el Ayuntamiento. «El hecho de vivir ahí se convierte en una ventaja para vigilar tu negocio y sacarle rentabilidad y lo ideal es que sea un mínimo de dos personas las que lo gestionen para explotarlo al máximo y dar servicio», indican desde el mismo.

En principio, la concesión sale por un año de duración, por 400 euros al mes. El agua correría a cargo del Ayuntamiento y el gas y la electricidad serían a cuenta del adjudicatario.

«En mejor sitio no puede estar», dice el alcalde, José Ignacio Castro, que ensalza las posibilidades que brinda su ubicación, al encontrarse en mitad de un entorno natural pleno en paseos y cerca del pueblo, que, aunque pequeño, «tiene todos los servicios que hacen falta en una capital», incide.

El albergue y su bar-restaurante ocupan parte del edificio de la ermita de Nuestra Señora de Carrasquedo, cuyo entorno, habilitado con mesas, asadores y elementos de juego, recibe a numerosos visitantes, especialmente con el buen tiempo.

Muy cerca del edificio, que es una de las ermitas marianas más grandes de España, se yergue orgulloso uno de los árboles singulares de La Rioja: un pinsapo de unos 300 años de edad, cuya singularidad reside en el tamaño y rareza, y que añade otro elemento más al interés cultural del paraje, lleno de carrascas o encinas, de ahí su nombre.

El templo fue uno de los tres finalistas en el concurso 'La ermita más bonita de La Rioja', convocado por Diario LA RIOJA.

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