Al fondo del valle, Laguna de Cameros

Laguna acogió este sábado, por tercera vez, el Día del Camero Viejo. Si años atrás la celebración del Cameros Blues Festival propiciaba la unión de todo el pueblo para darlo a conocer y ser acogedor, en esta ocasión la jornada supuso la hermandad de todo el Alto Leza. El municipio, con sus calles empedradas, sus balcones engalanados con almazuelas y mantones, y rincones mágicos con fuentes personificadas y dioramas a modo de huerta, lució más bonito que nunca. Porque Laguna, a los pies del puerto Sancho Leza, encajonado entre las cimas El Horquín y Piedramujer, no es un lugar de paso. Hay que ir. Pero merece la pena acudir. Y hacerlo, además, supone recorrer todo el valle del Leza, por lo que la celebración del XXXIII Día del Camero Viejo es idónea allí.

La jornada comenzó con una visita guiada al pueblo dirigida por Tomás Rubio de Tejada, quien desgranó algunas curiosidades, como que Laguna llegó a tener doce ermitas, de las que solo se conservan seis, y trece párrocos, pues antaño era una manera de enriquecer a las familias. Y hablando de familias, aseguró el guía que hoy nadie posee un apellido original de Laguna puesto que al haber emigrado todos los hombres, cuando la mayor despoblación se produjo entre 1870 y 1930, las mujeres se casaron, sobre todo, con hombres de Soria.

Antes de este sábado los vecinos protagonizaron varias veredas para limpiar las calles, se sacaron los coches y con la temática de flores y folclore, se adornaron los balcones casi como si fuera la fiesta de las almazuelas. «El primer pueblo que organizó el Día del Camero Viejo fue Jalón y luego ha ido rotando. La dinámica es la de siempre y lo bonito es que nos reunimos con todos los pueblos vecinos y se socializa, nos unimos todos para reivindicar esta zona tan bonito de La Rioja y despoblada», expuso Susana Muro, presidenta de la Asociación de Amigos de Laguna de Cameros. «Queremos que se nos conozca, que se acuerden de nosotros. Para que se acceda bien a estos pueblos necesitamos buenas infraestructuras, buenas carreteras, y queremos que se nos vea hoy para que nos cuiden porque son pueblos muy bonitos, con estética de piedra, casas señoriales», añadió Susana Muro, convencida de la necesidad de darse a conocer. «Esto es un escaparate para todos los pueblos del Camero Viejo», señaló Muro.

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