Sin farmacia de guardia un fin de semana al mes en Cameros

Esto ha suscitado quejas como la de Pilar Juste, madrileña con una segunda residencia en Villanueva, donde cuenta que el pasado martes 15 de abril «uno de mis hijos, de 20 meses, sufrió una reacción alérgica», le diagnosticaron una infección por estreptococo y, al no haber una farmacia disponible en la zona, tuvo que recorrer «más de 80 kilómetros, entre ida y vuelta, de noche, con un niño enfermo y por carreteras de montaña» hasta Logroño para encontrar una farmacia de guardia, lo que considera «una situación de abandono sanitario que afecta a todo Cameros». «La sierra está siendo discriminada», añade Pilar Juste en una misiva que ha remitido al Sistema Riojano de Salud y en la que pide una solución urgente y efectiva ante esta situación.

Desde la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja reconocen a este periódico que es un «hecho puntual» y que «se espera solucionar lo antes posible y de manera definitiva». No obstante, desde la Dirección General de Prestaciones de Farmacia quieren poner en valor la gran labor que realizan las farmacias rurales y el gran esfuerzo que realizan. «Las guardias están reguladas en La Rioja y lo que se garantiza es que haya servicios de guardia en las zonas donde existen medios para llevarlas a cabo todos los días del año», añaden desde la Consejería de Salud.

Mario Domínguez, secretario del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja, destaca que «no hay obligación pero la Consejería debe organizar las guardias». «En Cameros nunca ha habido servicio de guardia entre semana porque hay disponibilidad por parte del farmacéutico y el médico facilita en muchos casos la medicación hasta el día siguiente. No puedes pretender que haya una farmacia 24 horas en un pueblo, es inviable», advierte Mario Domínguez. El secretario del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja subraya la labor que se realiza por parte del sector en la España rural: «El servicio que se ofrece en Cameros es extraordinario. El problema es poder mantener abierta una farmacia en un pueblo donde, a menudo, no hay ni una tienda abierta». Y Domínguez también apunta a que hay que diferenciar las urgencias. Él es farmacéutico en Arnedo: «A mí me han llegado a llamar para pedir cambios de 20 euros. No puedes ir a una farmacia a las 03.00 horas a por Juanolas».