Explora, crea e interactúa en el 'aula del futuro'

El aula del futuro suena a tecnología punta. Y muchas pantallas. Pero no es así. «La verdad es que el nombre es un poco engañoso», cuentan desde la junta directiva del CEIP Gregoria Artacho, de Cenicero, el primer colegio de la región en implementar esta novedad. «Este proyecto trata más de flexibilizar el aprendizaje, de combinar recursos, de buscar nuevos métodos», aseguran.

Al entrar en el centro la primera vista impresiona. Un espacio diáfano, limpio, con mucho aire, en el que una profesora –sentada en el suelo– conversa con varios alumnos –sentados en un sofá–. Es la zona 'interactúa', donde estudiantes y maestros deciden sobre qué van a investigar y cómo van a trabajar, entre otras cosas. Porque el aula del futuro no es un espacio uniforme, sino que está dividido en varias áreas, donde se realizan diversas tareas. Así, a 'interactúa' se le suman las zonas 'investiga', 'desarrolla', 'explora', 'crea' y 'presenta'.

Cada una de ellas se ubica en una estancia del colegio. «Si tuviéramos que integrar toda el aula del futuro en una sola habitación necesitaríamos 150 metros cuadrados, así que la tenemos dividida en segmentos», explican desde el centro. «Además, tenerla fraccionada nos sirve para evitar el ruido de unos grupos a otros», añaden. Mientras varios alumnos charlan en la zona 'interactúa', otros graban un podcast de radio en el espacio 'crea' y varios escolares más interaccionan con los robots del área 'explora'. En el CEIP Gregoria Artacho hay 170 estudiantes, aunque este nuevo concepto educativo está especialmente enfocado a los de 4º, 5º y 6º de primaria, que suponen algo menos de la mitad del total.

«Ahora estoy elaborando un proyecto sobre la historia de Roma», cuenta Daniela, una de las alumnas de 5º. «Yo uno sobre terremotos», explica Catalina, otra de ellas. De manera consensuada con sus profesores y, tras una fase de investigación en el que hacen uso de ordenadores portátiles, estas estudiantes tendrán que elegir un soporte para su trabajo –audio, texto o vídeo– y luego hacer una exposición de sus conclusiones en la zona 'presenta', que se ubica en el vestíbulo del colegio.

«Desde diversas instituciones públicas nos han proporcionado todo el material necesario para instaurar este sistema, como micrófonos, pizarras táctiles, focos o incluso un croma», afirman desde la junta directiva.

«Pero el aula del futuro va de nuevos métodos, no solo de tecnología; por ejemplo, tenemos una huerta en el patio donde los alumnos aprenden sobre biología, y cada 15 días vamos a la residencia de ancianos de Cenicero a hacer talleres», matizan.

El colegio, inaugurado en 2018, lleva desde sus inicios trabajando en tácticas de enseñanza innovadoras. «Este es un paso más en el camino para brindar a los alumnos la mejor formación posible», finalizan desde el centro.

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