Casalarreina
La ermita que vuelve a su puebloCasalarreina
La ermita que vuelve a su puebloLa ermita de San Román de Ajuarte ha vuelto a casa. Su propietaria vuelve a ser Casalarreina, como lo fue hace casi nueve siglos cuando en torno a ella se agrupó el primer asentamiento casalarreitero.
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Su silueta es observada por miles de personas cada ... fin de semana, ya que es el primer hito histórico con el que se encuentran todos aquellos que dejan la autopista en Haro para dirigirse a los concurridos pueblos de La Rioja Alta como escenario de ocio y descanso vacacional.
Hace escasas semanas, el Ayuntamiento de la localidad anunció que había recuperado este patrimonio, que considera clave para reforzar la identidad de Casalarreina. Estaba en manos de un fondo de inversión y, por él, ha pagado 40.000 euros.
La edificación había sido utilizada como trastero, granero y almacén de ganado y en la actualidad está muy deteriorada, por lo que desde el Ayuntamiento se había instado a la propiedad a su intervención aunque nunca llagaba.
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«Con su compra recuperamos un valor artístico para los riojanos y un valor emocional y sentimental muy importante para Casalarreina», destacaba el alcalde de la localidad, Félix Caperos. «Todos miraban esta ermita con tristeza porque se estaba cayendo y nadie hacía nada. Al final, el Ayuntamiento la ha comprado con plena voluntad de sumar. Pero vamos a necesitar mucha ayuda del Gobierno regional y de España», advertía. Hasta ahora, según añadía, las conversaciones «son estupendas, pero se tienen que materializar en hechos».
En la documentación histórica, la ermita aparece citada como Jubarte, Ayubart, Oyobart y Ologobarte. Fue donada en 1125 por Alfonso el Batallador a la iglesia de Santo Domingo de la Calzada, y ha ido pasando a manos de distintos propietarios hasta nuestros días.
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Se trata de un edificio de estilo románico, que consta de una nave con cabecera cuadrangular y anchos contrafuertes en las esquinas, únicamente iluminada en su interior por dos puntos de luz. El arco triunfal de la ermita finaliza dando lugar a la espadaña o campanario del edificio, compuesta por un primer cuerpo con dos espacios idénticos y un segundo cuerpo con un único vano de menor tamaño.
Años después de su construcción, se le añadió una nave de mampostería cubierta de madera y un ábside cuadrado, cubierto con una bóveda de crucería nervada.
En su historia reciente, en torno al año 2000, la finca fue adquirida por una promotora cuya intención era construir viviendas en su entorno, ya que la parcela cuenta con 14.000 metros cuadrados. Pero la crisis del ladrillo se la llevó por delante y entró en proceso de concurso de acreedores, pasando a ser propiedad de un banco, que la puso a la venta recientemente. Fue entonces cuando el Consistorio de la localidad se lanzó a por ella, en un trámite no exento de vericuetos.
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Cumplido este paso, a continuación, el Ayuntamiento ha presentado un proyecto para consolidar el edificio, en primer lugar su cimentación. Para ello, contrarrestará el desnivel –de hasta tres metros– que tiene en uno de sus lados respecto al terreno. Y además, esta primera fase prevé la instalación de un andamiaje en la espadaña o campanario.
Entre los proyectos futuros, una vez asegurada la edificación, Caperos destaca la creación de un área de recreo en torno a la ermita, una vez realzado su valor como elemento central de todo el complejo, al que se accedería por un camino paralelo al desvío. «Es la entrada a La Rioja desde la autopista. Aquí tienes un recurso patrimonial y didáctico, ya que se podrían hacer visitas de colegios, combinado con la visita al románico de Treviana, Ochánduri, Castilseco... Además en Casalarreina tienes los dos estilos (ya que al de la ermita se suma el valor gótico del Monasterio de La Piedad)», destacaba Caperos. Añadía su importante valor para los ciudadanos de Casalarreina: «Es nuestro origen, el poblamiento más antiguo de Casalarreina». No hay un edificio en Casalarreina más antiguo que este. Tiene 900 años y el monasterio ronda los 500 desde su inauguración. «¿Qué clase de seres humanos seríamos para con nuestras generaciones venideras si dejamos que el patrimonio se venga abajo?», reflexionaba el primer edil.
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«Así que estoy muy orgulloso de todo nuestro Ayuntamiento por este paso tan importante», incidía.
Por ahora, el estado general de la ermita de San Román de Ajuarte es muy deficiente, según el estudio realizado previo a su intervención. Además, los distintos usos que se le han dado, como establo y almacén agrícola, lo han deteriorado aún más.
Y es que, se han producido sobre el edificio una serie de intervenciones sin ningún tipo de respeto hacia el mismo, como tabicados, la aparente creación de un altillo, la realización de abrevaderos, todo tipo de picados y perforaciones, así como la sustitución de la cubierta de la nave oeste. Intervenciones que se corresponden con la transformación en establo o corral en la primera mitad del siglo XX, aunque la sustitución de la cubierta aparenta ser de la segunda mitad.
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