La era medieval volvió a tomar las calles de un pueblo tratante

Ventosa acogió este domingo la vigésima primera edición de su Mercado del Trato, una iniciativa que cada mes de agosto devuelve el pasado medieval a la localidad de 194 habitantes. La jornada contó con exquisitas degustaciones como bollo preñao, migas, morcilla, postres y, sobre todo, cerdo asado. Esta última, la más popular, pues formó largas colas para hacerse con un plato.

«Hemos servido 1.200 raciones de cerdo, 1.100 de preñaos y 700 de migas, lo que supone un éxito tremendo», afirmó Ricardo Velasco, alcalde del municipio. «Pero, además de la comida, los más de 30 puestos de artesanía han funcionado como la seda y la principal novedad de este año, los talleres artísticos, han gozado de buena acogida», añadió un satisfecho Velasco.

Todas las actividades, celebradas en torno a la iglesia de San Saturnino, atrajeron a miles de visitantes, tanto de la comarca como de otras partes de la región. El servicio especial de buses habilitado desde Logroño y Navarrete contribuyó a dar facilidades de transporte.

Pero, más allá de números, el XXI Mercado del Trato también sirvió para reforzar los lazos entre ventosinos. Elena, zamorana de nacimiento, pero vecina del pueblo desde 2022, disfruta enormemente de formar parte de la organización. «Este es el tercer año que participo y es muy bonito compartir una experiencia con toda la gente de aquí», relató ella. «Conocí Ventosa hace diez años, precisamente por el mercado, y no me imaginaba que iba a acabar viviendo aquí», apostilló esta maestra de profesión.

Para Antonio, que ha participado en todas las ediciones, el hermanamiento es lo más importante. «Más que en el día de hoy, cuando mejor me lo paso es en el proceso, esas quedadas todos los vecinos para organizarnos y las anécdotas que de ahí salen», afirmó el ventosino. «Además, nos hemos hecho famosos, en este 2024 hemos tenido que dejar cosas fuera y solicitudes rechazadas porque ya no cabían», explicó Antonio.

Lo que nunca falla en esta actividad es la representación del trato. En horario de mañana y tarde, actores voluntarios de todas las edades escenificaron varios pasajes de cómo era la vida en el pueblo siglos atrás. Especialmente centradas en los 'tratos' y la vida cotidiana de entonces. La naturalidad y la comedia de los diálogos arrancaron las risas y los aplausos del público, después de quedarse boquiabiertos con el show de cetrería previo.

Aquello fue a las ocho de la tarde. Después, se llevó a cabo el sorteo de cestas repletas de café, queso, joyería, juguetes y menesteres varios. Finalmente, la XXI edición del Mercado concluyó con un pasacalles de clausura por las calles de la medieval Ventosa.

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