Hasta este momento, los padres de Cenicero que querían escolarizar a sus hijos antes de los tres años, debían conformarse con llevarlos al local bajo de un céntrico bloque de viviendas del municipio. Allí se ubicó a lo largo de los últimos 15 años la ... escuela infantil 'El Trenecito', pero la falta de espacio y, sobre todo, de un patio exterior, lastraba mucho el servicio que podía ofrecerse.
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Como solución, este jueves fue inaugurada la nueva ubicación del centro, que ahora se encuentra en la calle Arrañales, en el edificio anexo al antiguo colegio de primaria de Cenicero. Las instalaciones, que han sido generosamente renovadas, destacan por un amplio espacio exterior –con parque–, buena iluminación, cocina moderna y estancias divididas en tramos de edades para ofrecer una educación más personalizada.
'El Trenecito' suma, a día de hoy, 24 niños de 0 a 3 años, mayoritariamente de Cenicero, aunque incluso los hay de pueblos cercanos. Estos se dividen en el aula de bebés, la de intermedios y la de mayores. Cada grupo dispone de su propia profesora.
Una de ellas es Ángela, que ya trabajaba en las instalaciones antiguas y se muestra muy contenta con el cambio. «Ahora enseñamos bastante más a gusto», dice con una amplia sonrisa. «No solo nosotras, también los niños lo notan; tenemos un patio grande, nuevos materiales, ventilación y luz natural... Todo un lujo», ratifica la maestra.
En cuanto a cómo es el día a día en la escuela, el servicio se ofrece de 07.30 a 17.30 horas. El horario es flexible y, además, existe posibilidad de comedor, de la que hacen uso casi todos los críos. «Más que centrarnos en saber leer y escribir, aquí los niños aprenden a socializar, a explorar, las dinámicas del cuerpo o buenos modales; pero, en definitiva, nuestra labor consiste en desarrollar su autonomía», explica Mari Paz Mendiluce, directora de 'El Trenecito'.
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Ana, que tiene a su hijo de 16 meses en la escuela, está muy satisfecha con las nuevas instalaciones y el servicio ofrecido. «Se nota que los espacios son más grandes y eso a la hora de jugar, para el mío y el resto de niños, es fundamental», cuenta. Ella deja allí a su retoño cinco horas al día, gracias al horario flexible. «Es una pena que el bono infantil no cubra el mes de julio, pero bueno, lo pago orgullosa», sentencia esta madre.
La reforma de las instalaciones ha costado 428.000 euros y ha sido financiada por el Gobierno regional. Durante la inauguración, Gonzalo Capellán destacó que reforzar la educación «es una prioridad para el Ejecutivo».
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