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El pueblo de Alesanco, de 474 habitantes, sufre desde hace años un problema de suministro de agua. Las captaciones de las que dispone cada vez son menos útiles y, durante el último mes, ha necesitado que el consorcio le envíe camiones cisterna todos los días ... para poder garantizar que saliera líquido por los grifos de las viviendas y los negocios.
Para poner la situación en contexto, este pueblo obtiene su agua, desde hace décadas, de una captación principal, que se encuentra en los montes de Lugar del Río -que además comparte con Torrecilla y Azofra-. Ya hace años, necesitó de añadir otra captación secundaria, del canal del embalse de Mansilla. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica tuvo que cortar durante varias semanas, el pasado mes de noviembre, este canal de Mansilla para acometer obras.
Es por ello que, desde mediados de noviembre y hasta este jueves, Alesanco vio cómo perdía una de sus principales fuentes. ¿La solución? Traer el agua en camiones, decenas de miles de litros diarios. «Además de eso, para ahorrar, se redujo la presión de las bombas, porque decidimos que era mejor tener un suministro más reducido que no tener ninguno», explica León Ángel Albelda, alcalde alesanquino.
«Para optimizar la situación, hemos hecho reparaciones en las canalizaciones; pero creemos que la solución es enganchar a la presa del Yalde», añade el regidor. En ese sentido, ya pidieron hace año y medio al consorcio de aguas que realizaran la obra. Aunque, por ahora, no hay avances. Por otra parte, hay una tercera pata en el banco. Pues desde hace años, ese pantano sufre sequía y este verano a los agricultores se les prohibió regar. «Lo que no puede ser es que el Yalde esté bajo mínimos y le quieran seguir enganchando pueblos», dicen desde la comunidad de regantes.
Mientras tanto, en Alesanco, los vecinos lamentan la falta de agua o la mala calidad de esta. Un vecino que vive en la zona alta se queja de que la escasa presión le ha impedido ducharse durante noviembre, pues no llegaba para llenar la caldera. Luis, otro residente, lamenta que «cada vez que llueve sale el agua sucia» y un último vecino, anónimo, denuncia que «todo el mes de septiembre tuvimos agua turbia».
Desde el Ayuntamiento, solicitan a los vecinos «prudencia y ahorro» hasta que se solucione el problema de fondo. De momento, la situación ha vuelto a la normalidad, pero quién sabe cuándo volverán a bajar las aguas revueltas por Alesanco.
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