Un domingo por la 'universidad' riojana de las setas y hongos

Ezcaray volvió a convertirse este domingo en la referencia micológica y turística de La Rioja gracias a las XXXI Jornadas micológicas. Miles de personas secundaron el evento organizado por Amigos de Ezcaray, que sembró la villa de actos que conformaron un completo programa didáctico, de ocio y gastronómico. Este último, no solo por la degustación de setas ofrecida sino por la conjunción hostelera con las jornadas al llenar sus cartas y barras de platos y pinchos hechos a base de setas y hongos.

La principal referencia estuvo en la plaza de La Verdura, copada por la exposición micológica, que logró reunir unas 260 especies, gracias al ingente esfuerzo de numerosas personas. Un año más, la meteorología no lo ha puesto fácil. Da fe de ello Carmelo Úbeda, micólogo y coordinador de las jornadas: «En La Rioja y valle del Oja hay muy poquitas setas. Hubo una floración buena pero se ha acabado. Llovió hace diez días y eso ha propiciado que ahora estén saliendo, pero con el frío va a durar poco. Todo esto nos ha obligado a buscar en otros sitios y hemos pasado muchísimo frío, pero estoy muy contento de lo que hemos conseguido», dice.

Además de los grupos organizados para buscar por las regiones limítrofes, unas 150 personas participaron el sábado en la salida propuesta por la asociación. «Trajeron cosas muy interesantes», subraya Úbeda, que cree que «la temporada se ha acabado, salvo que, estando el tiempo como está, empiece a hacer calor y, como hay humedad suficiente abajo, puedan salir las setas, pero me temo que no, porque la nieve está ya arriba y así las cosas es muy difícil coger».

El micólogo ve con preocupación que la situación se reitera cada año. «Me temo que es algo que va a ir a peor. Hay un cambio climático, lo estamos acelerando, y los veranos cada vez son más largos y, por tanto, más reducida la época del otoño, que es cuando sale el 80% de las setas. Cada vez hay más dificultades para coger».

Las jornadas, con el fin de «airear» un poco más el espacio, repartieron las exposiciones por tres enclaves diferentes, además del ya citado y el habitual de la plaza del Conde de Torremúzquiz, con la plaza de San Felipe. En esta última se ubicó la muestra de cultivos de setas del Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón en La Rioja; la exposición fotográfica y, también, el acto que, literalmente, mejor sabor de boca dejó: la degustación de setas. Por allí andaba también la Asociación Cultural y Artística de Ezcaray (ACAE), que ya ha puesto a la venta sus calendarios.

Por Torremúzquiz se vieron gnomos repartiendo caramelos a los niños visitantes. También talleres infantiles, hinchables, manualidades, un sorteo... Por las calles habían aflorado grandes ejemplares, el sueño de cualquier setero. De Ezcaray, al menos, nadie se fue con 'la cesta' vacía. Todos se llevaron algo.

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