«Despertar rodeados de caballos fue algo que siempre soñamos»

Tras años siendo una afición, finalmente los Zúñiga Villar consiguieron convertirlo en su trabajo. «Este 2024 nos surgió la oportunidad de adquirir el centro hípico 'Las Majadas', de Cenicero, cuyo anterior dueño ya no podía gestionar», relata Lorena. «Después de muchos papeles, y con el apoyo del Ayuntamiento, logramos comenzar a funcionar el pasado 3 de octubre», añade. En este primer mes, ya han conseguido reclutar a unos 30 alumnos que aprenden doma clásica y carreras de obstáculos.

En los establos, viven de forma fija 17 caballos, aunque hay capacidad para 40. «Las instalaciones son espectaculares, hemos tenido la suerte de poder empezar con una base sólida; son un total de 20.000 metros cuadrados con dos pistas grandes, una para ponis, parque, albergue juvenil, casa, varias salas comunes, prados... Todo un lujo», comenta José Luis.

Allí pueden ir a practicar equitación tanto veteranos como gente nueva, pues se ofrecen clases de iniciación. «Creemos que este emplazamiento es de los mejores de toda La Rioja para este deporte», asegura la pareja. De hecho, están tan a gusto, que van a reformar la casa privada del centro para mudarse a Cenicero a comienzos de 2025. Será junto a sus tres hijas, de las cuales dos de ellas compiten a nivel nacional e internacional. «Despertar rodeados de caballos fue algo que siempre soñamos», dice la familia Zúñiga Villar.

«Sabemos que en el futuro, serán las niñas quienes hereden 'Las Majadas', porque esto les apasiona», apostilla Lorena. Con ese ojo puesto en el porvenir, en crecer a pesar de solo llevar un mes, estos futuros vecinos de Cenicero van a habilitar el albergue para acoger campamentos ecuestres. «Y el gran sueño es ser sede algún día de competiciones nacionales», concluye el matrimonio.