Cuarenta desalojados del camping de Castañares estudian medidas legales

«Todo se contempla. Ahora mismo hay dos bufetes de abogados estudiándolo meticulosamente», señaló una fuente de los afectados, que esgrime que se les ubicó en una zona a sabiendas de que no podían hacerlo y «arriesgando vidas humanas».

Lo afirman así porque en 1981 la CHE autorizó el camping pero con la indicación expresa de que la plataforma inferior solo podía utilizarse como zona recreativa, dada su inundabilidad. Al hilo de ello, los afectados recuerdan que en 2013 la CHE emitió una resolución en la que requería a la empresa, ante los intentos de esta por legalizar la situación, que retirara todas las caravanas instaladas en dicha plataforma inferior. Sobre dicha resolución dicen que se enteraron «hace 5 años, en Semana Santa, gracias a un campista que solicitó mover su caravana de la parte de arriba a la de abajo, no le dejaron y encontró el porqué».

Motivado por ello, ese mismo año se creó una comisión de campistas, ya disuelta, y ahora las familias afectadas han decidido organizarse, tomando como punto de partida la reunión que el sábado celebraron en el campo de fútbol del propio camping.

Ahora están a la espera –indicaron ayer– de que los abogados les informen sobre las posibilidades de que su demanda llegue a buen puerto. Por una parte, piden que se les reubique. «Hay mucha gente que se quiere quedar, pero no a su costa. El camping mandó una comunicación en la que dice que la reubicación la tiene que pagar el campista, cuando el error es suyo», dicen.

Por otra parte demandan que «nos ubiquen en un lugar digno y con las mismas condiciones que tenemos, porque nos quieren poner en una zona de caravanas que no tiene ni desagüe para bungalows», opinan.

Además barajan la posibilidad de reclamar una indemnización por daños y perjuicios. «Hay gente que ha invertido aquí su jubilación, muchísimo dinero, y ahora se encuentran con esto y teniendo que vender mal, deprisa y corriendo», indican. Las mismas fuentes refieren que, de hecho, ya hay quien «ha vendido el bungalow por 1.000 euros, caravanas por 150 euros etc, por quitarse el problema de encima».

A su juicio, el camping «ha tenido tiempo de encontrar una solución más adecuada, porque tienen fincas alrededor para ampliar, y no la han buscado hasta ahora», dicen en referencia a la asamblea general extraordinaria que la empresa ha convocado para el día 20, en la que uno de los asuntos es la adquisición de terrenos, los préstamos y ayudas para ello.

«No tenemos ninguna respuesta», dicen los afectados. Uno de ellos, que lleva acudiendo al camping más de siete lustros, relata que desde hace algunos años «a los nuevos campistas sí que se les ha informado de que era una zona inundable y les hacían firmar un papel en el que renunciaban a su derecho a demandar al camping, pero al resto que llegamos antes, a nadie».

La gestora actual del camping, que heredó este problema en el año 2016, afirmó recientemente que han sido «muy importantes los esfuerzos realizados» a lo largo de los años para intentar encontrar una solución, pero «no ha sido posible obtener el resultado que deseábamos».