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Procesión de las Doncellas de 2022. D. M. A.
Las Cien Doncellas buscan mayordomo
Sorzano

Las Cien Doncellas buscan mayordomo

El pueblo intenta reavivar la Cofradía de la Virgen del Roble para celebrar la singular y tradicional procesión

Diego Marín A.

Logroño

Martes, 28 de febrero 2023, 01:00

La procesión de las Cien Doncellas de Sorzano, una de las más populares y singulares de La Rioja, atraviesa un momento delicado. A tres meses de su celebración el pueblo no cuenta con un mayordomo que asuma la organización del evento, como es tradición. Félix Martínez, mayordomo durante los últimos cinco años, ha dejado el cargo y, de momento, no hay un sustituto. El pasado domingo se celebró una reunión en la iglesia de San Martín de Sorzano y se decidió reconducir la situación revitalizando la Cofradía Virgen del Roble, para la que ya habría medio centenar de personas, pero lo ideal sería que se constituyera una junta directiva que se encargara de la organización de la romería y, de momento, nadie ha querido dar un paso adelante.

«No se va perder, de ninguna manera. Si no es uno, ya se hará cargo otro, y en última instancia podría asumirlo el Ayuntamiento», advierte Serafín Pascual, alcalde de Sorzano. La Asociación de Amigos de Sorzano ha realizado un llamamiento, a fin de que los vecinos se involucren. Y es que esta tradición es muy importante para la localidad. «La procesión supone mucho para Sorzano, es muy antigua, antes hasta subíamos a Clavijo, aunque hemos trasformado aquel pago en una ofrenda a la virgen. Supone una tradición muy bonita», subraya Pascual, quien recuerda que fue el cura José Miguel Rubio, el mismo que creó el célebre belén mecánico, quien procuró que hubiera más doncellas, hasta cien, lo cual propició su actual denominación.

«Tradicionalmente la ermita la cuida el mayordomo, y si no una cuadrilla o una familia, y hasta ahora lo hacía Félix, pero ya lo ha querido dejar. No es mucho trabajo pero es adquirir el compromiso», expone Rafael Herrera, de la Asociación de Amigos de Sorzano. Hace años había varias cofradías en el pueblo y, recuerdan los mayores, que había hasta lista de espera para poder ser mayordomo, algo que se ha ido perdiendo.

«No se va a perder, de ninguna manera. Si no es uno, ya se hará cargo otro, y en última instancia podría el Ayuntamiento»

«Solo quedan dos opciones: o se acaba todo o nos encargamos entre varios», advierte Goyo Remírez, quien fue mayordomo décadas atrás y ha impulsado la revitalización de la Cofradía de la Virgen del Roble. Realmente no hay ningún condicionante para poder ser mayordomo, si bien esta responsabilidad siempre ha recaído en algún hijo del pueblo. Normalmente se elegía el 9 de septiembre, el día de la Virgen del Roble, y se ostentaba el cargo durante un año completo. «Ahora no se atreve nadie porque se ha visto el panorama de que sabes cuándo entras pero no cuándo sales. Por eso queremos que salga una junta de la cofradía, para repartir las responsabilidades», declara Remírez.

De alguna manera la situación creada en Sorzano tiene que ver con la despoblación rural. «Antes en los pueblos siempre había un hijo en casa que te echaba una mano pero ahora necesitas un tractor para todo y uno solo cuesta mucho», señala Remírez, quien recuerda cómo en los 90, durante su mayordomía, se recaudaron 9 millones de pesetas para rehabilitar la ermita. «Aquí siempre lo hemos hecho todo los mismos, hasta que se acabó, pero tengo esperanza de que salga una junta», desea Goyo Remírez.

Jóvenes de Entrena en una procesión de los años 70. J. A. PALACIOS

Una tradición entre la leyenda histórica y la fiesta celtíbera pagana

Si bien histórica y popularmente se ha vinculado la procesión de las Cien Doncellas de Sorzano con un antiguo tributo al rey musulmán Abderramán II, ante lo que se opuso el rey asturiano Ramiro I de Asturias en el siglo IX en la célebre Batalla de Clavijo, otras versiones atribuyen esta celebración a una fiesta celtíbera de origen pagano relacionada con el culto a la fertilidad. Si siglos atrás las jóvenes se vestían con trajes de novia, ahora las adolescentes lucen sus trajes de comunión, como un adelanto del Corpus Christi. La procesión se desarrolla el tercer domingo de mayo y un nutrido grupo de doncellas vestidas de blanco, ya no solo del pueblo sino de todo el Moncalvillo, se reúnen en la iglesia de San Martín y se dirigen en grupo, portando ramas de acebo u olivo y se dirigen acompañadas de todo el pueblo a la ermita de la Virgen del Roble.

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