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Esta mañana ha tenido lugar uno de los actos más importantes de las fiestas de San Gil Abad, la bajada de la imagen del patrón de su camarín y la danza de la Gaita se bailó, como estaba previsto, por partida triple. Actuaron los danzantes ... infantiles, los de la cofradía y la Gaita Mixta, integrada en su mayor parte por mujeres a las que acompañaban tres varones.
Antes accedieron al templo. Primero la mixta que entró bailando por primera vez, luego la infantil y la oficial, que recibió el apoyo de buena parte de los fieles que llenaban la iglesia.
La controversia de este baile que arrastra el municipio desde hace varios años, tanto en las celebraciones de Santa Ana como en estas de San Gil, no afectó al desarrollo del programa. Los tres grupos interpretaron los números de la danza tradicional cerverana y se pudieron escuchar los sonidos de las dulzainas y tambor en la plaza exterior de la parroquia después de la ceremonia de la bajada, que comenzó a las doce, y también en la calle Ibo Alfaro en varios momentos, hasta pasadas las tres de la tarde.
Por parte de la cofradía, los responsables de la junta no han querido hacer declaraciones respecto a la última polémica generada por la publicación del comunicado del domingo en el que se recuerda la intención de continuar con la danza tradicional de jóvenes varones.
Irene Morales, de la Gaita mixta que reivindica la incorporación de mujeres a la agrupación oficial ha comentado que «la situación está mucho más confrontada de lo que queríamos y ha sido por la hoja de la cofradía y la parroquia de San Gil que ha generado el movimiento de los medios de comunicación y de opiniones de gente del pueblo. No es lo que hemos querido nunca y fue una sorpresa para nosotras».
Morales expone que «el comunicado ha sido un detonante. Hablaba de muchas cosas y no estamos de acuerdo con nada de lo que pone».
Señala que desde que llevan dulzaineros pagados por ellas, realizan el recorrido habitual de la Gaita cerverana. «No queremos ser diferentes y mantenemos los mismos actos que hacemos también nuestros', indica y añade »lo que queremos es pasarlo bien, disfrutar y que las fiestas sean de verdad para todos y para todas«.
Esta mañana cada agrupación estuvo acompañada, aplaudida y vitoreada por sus defensores en la calle en un día que, como es costumbre, se baila sin la vestimenta oficial completa, con los pañuelos, camisa blanca y pulgaretas con firifollos, pero con pantalones vaqueros y deportivas en lugar de blancos y alpargatas.
Mañana, día grande de las fiestas, sí se llevará toda la ropa blanca y las alpargatas en momentos destacados como la misa de cofradía, la recepción de autoridades y la procesión por las calles de Cervera, además de la actuación durante el vermú. Con motivo del IX centenario de la parroquia, presidirá la misa el obispo de la diócesis, Santos Montoya.
Está previsto que salgan otra vez los tres grupos de danzas, lo mismo que la jornada del 2 de septiembre, día para el que la Gaita Mixta ha pedido el apoyo de la gente y que acuda con la camiseta que lleva el lema 'Pom, pom, pom'. Hoy han formado parte de este grupo dieciocho mujeres y tres hombres.
Uno de ellos es Miguel Rubio, que bailó unos cinco años con la Gaita oficial de la Cofradía, y en 2023 se incorpora a la mixta. Anteriormente lo había hecho en puntualmente y ahora ha decidido dar este paso. «Poco a poco creo que se llegará a una unidad. Dependerá de las decisiones de la gente. Cada vez está más asumido», asegura.
Ricardo Garraleta y su hijo Hugo se encargaron de bajar a San Gil esta mañana. Son los mayordomos de 2023 con Óscar Garraleta, Javier Tejada, e Isabel y Ana Cambero.
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