Las familias se rebelan contra la subida de las cuotas de la residencia de Cervera

El centro está dirigido por un patronato cuya presidencia corresponde al alcalde de Cervera, según marcan sus estatutos. En este caso, el cargo lo ejerce la regidora Estrella Santana.

Un grupo de familiares ha compartido la carta que envió a la junta y dirección de la residencia. Explican que la institución acordó un incremento que llega a superar el 46% en el caso de los enfermos con gran dependencia.

La dirección informó por teléfono de un coste de 2.495 euros en lugar de los 1.700 que abonaban. Estas cifras suponen una subida anual que supera los 9.500 euros por anciano en grado de vulnerabilidad máxima. Algo que consideran incomprensible, además de inasumible.

En la misiva se recuerda que la fundación no tiene ánimo de lucro y nunca ha buscado rendimiento económico, sino una labor social, algo que ha supuesto el apoyo de los cerveranos.

Los afectados inciden en que los precios resultan abusivos e injustificados aún teniendo en cuenta el aumento de costes de cada servicio.

Acusan al patronato de no explicar la propuesta y de convertir la institución en una empresa mercantilista. Por último, exigen en la notificación que se paralice la subida, aclaraciones por parte de los responsables y ajustar las cuotas al IPC o a las pensiones contributivas de cada usuario para evitar el perjuicio económico a las familias.

Según estas, en 2022 se pagaban 1.330 y 1.440 euros por el primer grado de dependencia, 1.545 por el segundo y 1.700 por el tercero. La propuesta del 24 de abril ascendía a 1.595 euros para la nueva mensualidad de primer grado, 1.950 para el segundo y 2.495 para tercero. Después de las quejas las rebajaron a 1.550, 1.850 y 1.990 euros respectivamente, para entrar en vigor el 1 de mayo de 2023.

Han mantenido contactos telefónicos con la residencia y alguna reunión para tratar el asunto, que sigue abierto. Asimismo, solicitan más margen de tiempo.

La alcaldesa y presidenta del patronato, Estrella Santana, señala que «las cuotas han aumentado porque eran muy bajas respecto a otros centros de la zona y nos parecía desproporcionado lo que pagaban los de grado uno respecto a dos y tres».

«No hemos tenido más remedio que tomar esta medida porque se producían pérdidas cada mes al multiplicarse los gastos», afirma Santana.

Añade que viendo que la subida resultaba demasiado grande en grado tres para realizarla de una vez y asumirla por parte de los usuarios, se acordó ajustar de nuevo los precios.