La cofradía de San Gil comunica que la junta no puede autorizar la gaita mixta ni femenina

En un escrito publicado ayer en la Hoja del Alhama de las parroquias cerveranas, argumentan que «no se pueden acometer innovaciones estructurales en el arte o en el folclore antes de estar seguros de que tales cambios no destruyan lo que se pretende preservar». Añaden que «el respeto a la gaita nos pide que la transmitamos como la hemos recibido de nuestros antepasados, sin alteraciones que comprometan su sentido y futuro. Además, tenemos que mantener las diferencias entre la gaita de Santa Ana y la de San Gil, que no son rítmicamente iguales. Las modificaciones –de haberlas– deberían ser aceptables para todos».

Indican que la junta debe respetar la soberanía de la cofradía y que «no puede aceptar una imposición antidemocrática por parte de un grupo organizado ante una decisión que corresponde a los cofrades, y no a personas ajenas».

Asimismo, aseguran que «las puertas de la cofradía están siempre abiertas a cuantos quieran colaborar, servir a los demás y favorecer la fiesta, respetando los derechos de todos y con sentido de lo sagrado, pero no para ceder a chantajes ideológicos ni politizaciones».

La parroquia y la cofradía exponen que «el respeto a la mujer es una conquista milenaria de la tradición cristiana» y citan que «los mozos de la gaita bailan en nombre de todos los cerveranos (mujeres o varones), como la doncella que pone la bandera en la basílica del Monte representa a todos sus paisanos, sin discriminación alguna».