El centro de salud que se convirtió en una utopía

El problema es más hondo. El centro de salud de Alberite, que da cobertura sanitaria a unos 30.000 riojanos tanto de ese municipio como de los de alrededor (Lardero, Villamediana, Albelda, Ribafrecha, Nalda, etcétera), fue construido en 1987 y, desde entonces, no solo se ha quedado pequeño por el crecimiento demográfico de las localidades, sino también obsoleto. En 2011 el Ejecutivo regional y el Ayuntamiento de Alberite anunciaron la construcción de un nuevo centro de salud con una inversión prevista de 3.212.876 euros, proyecto que quedó estancado hasta que el pasado mes de mayo la presidenta del Gobierno riojano, Concha Andreu, y el alcalde de Alberite, Sergio Tudelilla, escenificaron el acuerdo para «el protocolo de intenciones». Entonces el alcalde reconoció que «ahora está en nuestras manos poder hacer todos los pasos siguientes y esperamos que sean cuanto antes».

Ayer mismo, Sergio Tudelilla afirmó que «se van haciendo los trámites, la próxima semana nos reuniremos con los propietarios de los terrenos para informarles de lo que se va a hacer, todo sigue su curso, no se olvida, sino que se está haciendo como creo que se debe». Además, Tudelilla asegura que informa puntualmente a Salud y, aunque no desea dar cifras, admite que el precio estipulado originalmente se ha incrementado. Años atrás se valoró unos 36.000 euros por los 3.000 metros cuadrados de suelo rústico.

Sin embargo, María Somalo, que expuso su deseo de construir un nuevo centro, advirtió de que Salud no puede hacer nada sin el Consistorio, al que insisten «de forma contundente y periódica, pero nos encontramos con la desidia y dejadez del Ayuntamiento de Alberite en la gestión del expediente de expropiación y cesión del terreno para empezar a proyectar el nuevo centro, así que animo al alcalde a acelerar las gestiones correspondientes».

Y la concejala Zahyra Sáenz (PSOE), en la oposición, recuerda que «en julio se aprobaron en pleno modificaciones presupuestarias y ni ahí ni en las cuentas anuales hay reservada una partida para adquirir estos terrenos», por lo que, entiende, «no lo habían previsto, cuando la promesa se hizo hace más de diez años». Así que continúa siendo una utopía.