San Asensio

El castillo de Davalillo empieza a despertar de su letargo

El estudio básico de integración paisajística incluye, además de la reforma del castillo, la construcción de dos edificaciones más. Al edificio civil, que está envuelto en una cerca de sillería y cuenta con cubos defensivos, portón de acceso, torre de homenaje y tres plantas, le acompañarán una recepción junto al aparcamiento y un centro de interpretación.

En cuanto a la zona que rodea el castillo, se creará un paseo peatonal separado de los muros por una franja verde natural. Además, se crearán plataformas que adaptan el terreno para posibilitar la unión entre los diferentes accesos: camino existente desde la ermita, la plataforma de acceso rodado y el paso perimetral del castillo. También se recuperará el trazado original del acceso a la puerta del castillo a través de un muro de piedra, para el que se utilizará la misma piedra recuperada del castillo.

Respecto al patio interior, se mantendrán prácticamente todos los restos arqueológicos encontrados tras la excavación, que serán mostrados a las visitas.

El acceso se realizará por la entrada original, para lo que será reconstruido el muro curvo siguiendo el trazado de los restos arqueológicos que aparecieron tras la excavación.

En mitad del recorrido de la pista un desvío llevará a una plataforma en un nivel inferior a la pista, en la que irá semienterrado un edificio que albergará el centro de interpretación. Contará con tres salas: dos polivalentes para interpretación del castillo y del vino y un calado con barricas. El edificio tendrá vestuario, almacén y una cocina para poder servir un pequeño catering a las visitas.

En la ladera sur inferior, en la explanada de inicio de la pista y junto al aparcamiento, irá ubicado el edificio que albergará la recepción para los visitantes. Tendrá forma de cubo, con la misma estética que el centro de interpretación. Dispondrá de un espacio de recepción y una tienda para la compra de recuerdos, así como unos baños.

El castillo fue adquirido en 2019 por CVNE, en un momento crítico para la estabilidad de la construcción, después de 400 años sin intervención alguna. Expertos denunciaron entonces su alarmante y precaria situación y finalmente, avalada también por una encuesta a los vecinos de San Asensio, la propiedad se embarcaba en un proyecto de enoturismo abierto con un objetivo principal: «Salvar de la ruina a la fortaleza y rehabilitarla», como aseguraron entonces desde la Compañía Vinícola del Norte de España, ubicada en Haro.