Tras el ataque del tiempo y la erosión, la lluvia y el viento, el castillo de Arnedillo sigue orgulloso y recio vigilante de la villa y del paso del Cidacos a los pies de la peña en la que se encarama. Esta torre-fuerte del ... siglo XII se adentra en este 2022 con la seguridad de persistir a esos asedios continuados gracias a los trabajos de consolidación acometidos por el Gobierno de La Rioja.
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Desde la atalaya de roca que supone la peña, sobre el cementerio y el puente sobre el río Cidacos, el castillo arnedillense cumple ya varios meses exhibiendo su nueva fortaleza, su recuperado perfil. Su torre y su muralla enhebrada a la ladera han revivido sus perfiles y alturas y se han asentado en la peña después de décadas mellados y amenazados con la ruina. Ante esa realidad, el Gobierno de La Rioja se alió para evitar su derrumbe.
Hace un año, el castillo estaba rodeado de andamios y con los operarios de la empresa vallisoletana Técnicas para la Restauración y Construcciones afanados en la consolidación de un edificio que los historiadores estiman que se levantó hacia el siglo XII. Para que perviva en el tiempo, la Consejería de Educación, Cultura, Deporte y Juventud de la Comunidad Autónoma ha invertido 110.536,05 euros en estos trabajos de consolidación (el precio de adjudicación rebajó el de contratación, que se estipuló en 133.079,77 euros.
Aprovechando la visita a la villa para compartir las lecturas de la Constitución en las aulas del colegio rural agrupado de Arnedillo, el consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud, Pedro Uruñuela, y la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, acompañados por el alcalde arnedillense Pedro A. Montalvo, se acercaron el 3 de diciembre a conocer el resultado de estos trabajos. Finalizados desde verano, la estela del castillo en la peña es uno más de los atractivos de la villa, precisamente en el sendero que conduce a unas vistas panorámicas del casco urbano abrazado por el paso del río Cidacos que baña sus afamadas aguas termales. Y también encamina hacia la ruta de las ermitas.
El castillo de Arnedillo se ubica en las proximidades del puente por el que transcurría el antiguo camino que comunicaba Yanguas y Arnedo y, de ahí, a Calahorra. Y cuentan los relatos históricos que protegía el camino que llegaba a los antiguos monasterios alto medievales de San Tirso y Peñalba. Las reseñas de Amigos de los Castillos apuntan que, basándose en sus técnicas de construcción y materiales, se trata de una construcción musulmana realizada hacia el siglo X y que se amplió en el XIII con el recinto del cementerio. Con esas referencias, las primeras noticias recogidas sobre la torre llegan al año 1170: Alfonso VIII dio entonces a la catedral de Calahorra y a su obispo Rodrigo la villa de Arnedillo, incluido el castillo que dominaba la zona.
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