Carlos Lerena | Socorrió al tráiler empotrado en San Millán

«Vi las casas al lado y pensé: o apagamos el fuego rápido o...»

Este jueves por lo mañana solamente se hablaba de dos cosas por las calles de San Millán. La primera, de cómo, a eso de las 23.00 horas de la noche anterior, se escuchó un golpe en la calle Mayor del pueblo, que resultó ser un camión lituano que se había quedado atascado en plena calle al chocar contra el balcón de una de las casas, y al arrancar algunos cables de la luz que pasaban justo por debajo, provocó un incendio. El segundo tema de conversación era el de la valentía de uno de los vecinos del municipio, Carlos Lerena, que vive a tan solo unos metros del lugar del incidente y que fue el primero que salió a ver qué ocurría, tomando la iniciativa de tratar de apagar el fuego.

«Escuché el golpe, salí de casa, vi el camión, el fuego y lo cerca que estaba de las casas, y pensé 'o apagamos rápido o..'.», relata Carlos sobre su rápida actuación, que fue clave para evitar un trágico desenlace. Echando mano de un extintor que tenía en casa, este vecino de San Millán empezó a apagar el fuego desde el suelo, pero, cuando vio que comenzaban a saltar chispas de los cables y el fuego se expandía hacia la parte de atrás del tráiler, «me tuve que subir encima del camión». Otros vecinos ayudaron a Carlos trayendo más extintores de sus casas, y antes de que llegaran los bomberos ya habían conseguido apagar el fuego.

La hazaña de Carlos ha provocado un aluvión de agradecimientos entre los vecinos del pueblo, sobre todo de los dueños de la casa afectada (que no se encontraban en la vivienda) y del resto del barrio, como el dueño de la casa de enfrente, que en cuanto vio a Carlos por la mañana quiso mostrarle su agradecimiento por haber actuado tan rápido. «Ni lo pensé, solo pensé que estaban las casas al lado», explica el nuevo héroe de San Millán, más tranquilo después de haber descansado.

Mientras estaba subido encima del camión, Carlos sufrió una caída «entre la cabina y el remolque, pero solo unos rasguños» que le trataron en Urgencias de Nájera.

El conductor del vehículo pudo salir por su propio pie y resultó ileso, pero los nervios del momento, unidos a que no lograba comunicarse con ningún vecino por el idioma, hicieron que le costase un poco reaccionar. Gracias a un vecino ucraniano de Berceo, consiguió entenderse y hablar con bomberos, ambulancia y Guardia Civil. A eso de las 04.00 horas, comenzaron a retirar el camión, y a primera hora de la mañana del jueves ya estaba la calle despejada, aunque cortada, ya que los operarios trabajaban en la reparación de los cables de la luz.