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El nuevo curso ya está en marcha en Calahorra. Había «mucha ilusión»- repetían esta mañana los más pequeños- por volver a unas aulas que nada tienen que ver con las que dejaron en marzo. Hoy, en las puertas del colegio, la desinfección de manos era ... la primera rutina. Llegaban después las primeras directrices que marcarán el curso: « la mascarilla subida», « en la fila, con distancia»... indicaban constantemente las profesoras. «Los padres tienen también que cambiar el chip. No hay que quedarse en la puerta en grupos como antes», advertía la trabajadora de un centro. Y entre las familias dos sentimientos encontrados aflorabana en todas las conversaciones: « Tenía muchas ganas de que empezasen, pero reconozco que me da miedo que haya rebrotes», decía una madre. A primera hora de la mañana la alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, lanzaba un mensaje de tranquilidad en las redes sociales: «Nuestras niñas y niños regresan al colegio tras seis meses con incertidumbre y miedo, pero con la certeza de que su educación y su desarrollo no pueden verse parados más tiempo por el virus. Habrá dificultades, pero con orden, seguridad y precaución todo saldrá bien. Buen curso».
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