Secciones
Servicios
Destacamos
El encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen Gloriosa, en una plaza del Raso repleta de público, ha puesto el broche de oro de a la Semana Santa calagurritana. La Virgen, ya sin el manto negro, recibía en sus manos una rosa blanca, colocada con ... ternura por un niño pequeño.
Con el rostro descubierto, la única vez en esta Semana Santa, trabadores y acompañantes de todos los pasos contemplaban la mágica escena, al tiempo que la banda de tambores y cornetas de la Vera Cruz hacía latir con fuerza el corazón de los cofrades.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.