Un regalo que viaja en el tiempo

El regalo de los Reyes Magos de Marcos Herreros no llegó esta Navidad desde un lugar lejano, sino desde otra época. Sus Majestades 'viajaron' 90 años atrás, hasta 1935, para poder entregarle a este joven de Calahorra una tarjeta postal enviada a una casa comercial de tejidos por su bisabuelo paterno, Bernando Losantos, un sastre de principios del siglo XX de la ciudad riojabajeña al que Marcos no conoció, pero del que ahora, gracias a la 'magia' de internet, puede conservar su firma y una bonita letra cursiva, característica de la época. «Ya la quisiéramos muchos ahora», dice sobre la caligrafía.

Como otras muchas veces, la casualidad es lo que dio lugar al descubrimiento. Esta vez fue en la cena anterior a la Navidad de la asociación Amigos de la Historia de Calahorra, de la que Marcos, estudiante de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid, forma parte de manera muy activa. «El abuelo de José Luis Cinca (presidente de la asociación) fue también sastre y en la cena le dije que seguro que su abuelo conoció a mi bisabuelo», relata Marcos. A partir de esta coincidencia, «le comenté que se llamaba Bernardo Losantos y entonces se pusieron a buscar por internet y apareció la carta», prosigue el joven.

La postal se encontraba en un portal de antigüedades (Todocolección), en donde un vendedor de Málaga la vendía por 12 euros. En la misiva, enviada a Barcelona el 17 de marzo de 1935, el sastre calagurritano le pide a su proveedor «unas muestras de tela azul, marrón y gris para gabardinas en buena clase y si es posible impermeabilizadas». El contenido de la carta no deja de ser un pedido más de los muchos que haría Bernardo desde su sastrería, en el número 7 de la calle Mártires. Sin embargo, el documento sirve para conectar casi un siglo después a Bernardo y a su biznieto. «Tener algo que tocó tu bisabuelo, que ha estado mucho tiempo por ahí perdido y que ahora vuelve a su familia, me hace mucha ilusión», confiesa Marcos.

De su bisabuelo («gracias a que mi abuela era 'muy de guardar' y al árbol genealógico que ha hecho mi primo David Sota») sabe que nació en 1899 y que en 1923 ingresó en la Sociedad de Sastres de España. La sastrería Losantos, como se llamaba su negocio, se convirtió después «en la primera tienda de confección de Calahorra». Con el tiempo pasó a «manos de mi abuela (Juani) y más tarde, a mí tía, quien puso una tienda de regalos», explica.

¿Tirará ahora del hilo de esta carta? «En principio, no. Pero sí curiosearé para ver quién era el proveedor de Barcelona», responde Marcos. De momento, ya ha averiguado que el destinatario de la postal, Eugenio Izquierdo Ramos, «era dueño de Paños Ramos, una tienda importante de telas de lana».

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