Preocupación por los hurtos, las peleas y la impunidad

«No tenemos miedo, pero lo que sí estamos hartos es de que roben siempre los mismos». Así de contundente se muestra el presidente de la asociación Calahorra, Ciudad Comercial, Javier Lorente, al asegurar que dentro de los establecimientos «hay bastantes robos, pero por una inacción judicial». «Esto es un poco por ciclos. Ahora tenemos el problema con una chica, que va con sus hijos robando por las tiendas. Ha robado en Arcca, en Eroski...», detalla.

Para el portavoz de la asociación de comerciantes, el problema es que «la Policía o la Guardia Civil los detiene, pero a los dos días ya están otra vez en las mismas». «La culpa es del sistema judicial», remarca, al tiempo que considera que también es necesario dotar a Calahorra de más efectivos de la Benemérita. «Falta Guardia Civil, se necesita más Policía Local, pero sobre todo, lo que hay que hacer es que se cumplan las leyes y que los que detengan no queden impunes», termina.

En el casco antiguo de Calahorra, del que suele tenerse la impresión, por las características sociodemográficas de buena parte de la población, que existe inseguridad y riesgo, la sensación de sus vecinos no es esa. «Yo no me siento más inseguro que antes. Ni creo que haya más inseguridad en el casco antiguo que en la parte nueva», afirma Gabriel Aragón, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Calahorra. «La preocupación existe, porque además han pasado muchas cosas seguidas, pero yo no me siento inseguro», insiste.

Sí que, por otro lado, Aragón sostiene que deberían reforzarse las medidas de seguridad en el casco histórico, con «cámaras de seguridad» o «viendo a los policías a pie o cambiando de ruta» de manera constante. Y aunque subraya de nuevo que se siente seguro en su entorno, y que «hechos delictivos ha habido siempre», sí que precisa que el «problema es que ha aumentado la agresividad de los delincuentes». También apunta que Calahorra es una «zona de bastante paso» de grupos organizados, que permanecen durante un tiempo indeterminado. «Recuerdo una temporada en la que se produjeron muchos robos de cable», comenta Aragón, quien además conoció de cerca la oleada de hurtos de cable a la que se refiere al ser electricista.

No pasa por alto, sin embargo, la agresividad que muestran algunos grupos de jóvenes y que fue lo que desencadenó el lamentable suceso del pasado fin de semana. «Peleas ha habido siempre, pero es una barbaridad cómo van ahora», incide.

Precisamente, este tipo de incidentes son la preocupación de muchas familias y justo se ha visto acrecentada con el apuñalamiento del sábado pasado. «Inseguridad por mi no siento, pero sí que, como cualquier madre, tengo miedo por mis hijos», confiesa Maite, madre calagurritana de dos jóvenes adolescentes. «Aunque vivo en el centro, cuando mi hija, de 16 años, va a volver a casa por la noche le digo que me llame antes y yo salgo a la ventana para ver cómo llega», explica. Y es que, para esta madre uno de los problemas de seguridad que muestra la ciudad tiene que ver con la «falta de iluminación de muchas calles». «Hay sitios con muy poca luz, con recovecos, por los que te da miedo que pasen los hijos por la noche», precisa.

Es por ello que el Ayuntamiento ha lanzado recientemente una consulta pública para conocer qué zonas consideran los ciudadanos que son menos seguras, los puntos por los que se evita transitar y qué medidas pueden llevarse a cabo, como por ejemplo la iluminación, para mejorar la sensación de seguridad. De todos modos, Maite opina también que Calahorra, «con bastante población», necesita «más efectivos de la Guardia Civil».

El incremento de los hechos delictivos, que sitúan el índice de criminalidad de Calahorra (56,8) por encima del de Logroño y La Rioja, se hace sentir también en los despachos de abogados y en los juzgados de la localidad. «Todo está interrelacionado y si hay más delitos, hay más detenciones y entonces te encuentras con el problema de que no hay efectivos de la Guardia Civil y en el caso de un juicio con un detenido una patrulla se tiene que estar toda la mañana custododíandolo en el Juzgado en lugar de estar patrullando», explica el abogado de Calahorra Javier García, quien hasta no hace mucho ha prestado servicio en el turno oficio. «Desde hace tres o cuatro años están bajo mínimos», afirma García, que advierte de que el hecho de que falten agentes de la Guardia Civil favorece la «sensación de impunidad» entre los delincuentes.

Si bien la violencia de género sigue siendo el delito penal que más se ve en los juzgados, este abogado indica que le siguen las «agresiones y los hurtos». «Si preguntas al cualquier supermercado te dirán que tienen hurtos cada día», comenta, aludiendo también al «aumento de peleas entre chavales» en los casos que atiende la abogacía de Calahorra.