El Sindicato Riojano de Policías y Funcionarios (SRPF) lleva tiempo demandando el reconocimiento de riesgo para su profesión. Y lo hace ante los ataques que sufren muchos agentes, como el ocurrido en la madrugada del pasado 3 de septiembre en la Jefatura de Calahorra.
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Esa ... noche, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, una persona en estado de embriaguez se personó en las dependencias policiales. «En primera instancia intentó entrar por la puerta, pero como está bloqueada por la prevención del COVID se le indicó que se acercara a la ventanilla (donde se realiza ahora la atención al ciudadano)», explican fuentes de la Policía.
Ya en la ventanilla comenzó a «recriminar» a los agentes de la oficina, quienes le indicaron que en su estado no podían atenderle al «no poder entender lo que decía». El sujeto se marchó, hasta que «cinco minutos después» -precisan las fuentes consultadas- lanzó cuatro piedras a la puerta de la Jefatura. En ese momento había tres agentes en la oficina. «Primero se escucharon dos impactos muy fuertes y después hubo otros dos que rompieron el cristal», relatan las mismas fuentes, que aseguran que cayeron en un espacio muy reducido en el que podía haber resultado herido algún agente. Afortunadamente, no ocurrió y el sujeto fue detenido.
Desde el sindicato SRPF de La Rioja se condenan estos hechos, al tiempo que se pide la colocación de una doble puerta de seguridad en la Jefatura de Calahorra.
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