La ola de hurtos en los edificios religiosos de Calahorra no cesa. Si en las últimas semanas el santuario del Carmen y la iglesia de los Santos Mártires han sido objeto de pequeños robos, el objetivo ha sido ahora la parroquia de San Andrés. En ... esta ocasión, el autor de los hechos no se ha llevado nada, pero se han producido destrozos en la vidriera de una bóveda, que el asaltante rompió para acceder al templo.
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El suceso ocurrió el pasado lunes por la noche y fue ayer martes cuando las personas que acuden a limpiar la iglesia se sorprendieron al «ver todo revuelto». «Me llamaron para preguntarme si había dejado abierto el despacho, los armarios… y entonces ya fui para allí pensando que nos habían quitado algo», relata el párroco Javier Fernández. Afortunadamente no se produjo ninguna sustracción, pero la entrada furtiva al templo fue «de película». Según el relato del sacerdote, por los daños ocasionados y las pistas encontradas, el autor de los hechos accedió primero por la torre del campanario donde existe «una puerta con una cerraja antigua» que tiene salida al tejado. Desde ahí rompió la vidriera y pasó a la cornisa interior de una de las bóvedas, a gran altura, que recorrió hasta descolgarse por un cable eléctrico, que también acabó arrancado. Desde la cornisa esta persona tiró una maza que «nos encontramos en el suelo»- continúa el párroco- y rompió la tarima. Uno de los bancos de esa misma zona apareció también con daños, por lo que se cree que el asaltante terminó cayéndose y golpeándose con este mueble. Además, «debajo de los bancos nos encontramos unas gafas», añade el párroco, sorprendido de que esta persona resultara supuestamente ilesa («No sé cómo no se ha matado»).
Pero el susto en la parroquia no se quedó aquí, porque la mañana después de este intento de robo Javier sorprendía a una pareja en la sacristía. «Estaba esperando a que llegara la Guardia Civil , rezando en la iglesia, y escuché unos ruidos muy sutiles», recuerda. Fue entonces cuando «al girarme vi a una pareja al fondo y salí a la calle corriendo y los dejé encerrados», cuenta sobre este incidente a la vez que precisa que estas personas «no tienen nada que ver» con lo ocurrido la noche del lunes. Aunque esta pareja, es reincidente, «son incapaces de hacer eso», incide.
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