La música vuelve al Rasillo de San Francisco

Calahorra ·
La EMMAE Maestro Arroyo de Calahorra inicia las clases con 138 alumnos en 148 especialidades

Sanda Sáinz

Calahorra

Domingo, 25 de octubre 2020, 11:04 | Actualizado 19:40h.

La Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas (EMMAE) Maestro Arroyo de Calahorra está a pleno rendimiento después de iniciar el curso 2020-2021 el 15 de octubre. Finalizará la tercera semana de junio. Se han matriculado 138 estudiantes de Calahorra y algunos pueblos de alrededor (Rioja Baja y Ribera Navarra) en 148 especialidades y cuenta con 22 profesores.

El centro, ubicado en el Rasillo de San Francisco, imparte canto, lenguaje musical, música y movimiento, teatro, teatro musical e iniciación a la música vocal.

Respecto a los instrumentos, se enseña a tocar bajo eléctrico, bandurria, clarinete, flauta, guitarra (española y eléctrica), laúd, oboe, percusión, piano, saxofón, trombón, trompa, trompeta, violín y violoncelo.

Las principales novedades de este año han sido la adaptación a las medidas antiCOVID-19 y el plan de contingencia para asegurar que los alumnos tengan seguridad durante las clases.

Las conserjes toman la temperatura a la entrada, donde hay gel hidroalcohólico y alfombras desinfectantes.

«Tenemos la gran suerte de que el edificio dispone de aulas muy grandes. No utilizamos las del último piso, que son pequeñas, y sí las de la planta principal y sótano. La sala de danza y la de profesores sirven también para impartir clases. Además, tenemos mucha ventilación y sin edificios enfrente», indica Eduardo Peña, director de la EMMAE.

Asimismo, destaca la adquisición de 40 mamparas individuales para las clases de instrumentos de viento y para las colectivas para las bandas juvenil, de adultos y la municipal.

Los niños de 3, 4 y 5 años cursan música y movimiento, con 6 comienzan primero de lenguaje musical y primero de instrumento. A partir de tercero tienen como asignaturas complementarias el coro juvenil y conjunto instrumental, que este año está dividido en banda infantil y juvenil. Ensayan en las salas más grandes, con mamparas dobles.

«Hemos partido en dos los grupos amplios (lenguajes musicales, banda de adultos)», dice Peña.

Se mantiene la música moderna con los combos y cumpliendo los protocolos. Lo que no hay este año es danza.

«Hay menos alumnos, como ocurre en general por la situación del Covid-19, pero la gente ha respondido muy bien porque al que le gusta la música quiere seguir, teniendo en cuenta que ofrecemos las medidas de seguridad», comenta el director.

«De momento, las restricciones no afectan a los horarios. En el caso de que se complique la crisis, se utilizará la modalidad 'on line' como hicimos en el curso anterior, que ya se hace con alumnos confinados. La gente está acostumbrada a utilizar todo tipo de programas», indica Eduardo.

Respecto a las actuaciones en directo de los alumnos (bandas y combos) explica que hay que adaptarse a la situación y buscar alternativas. Una de las ideas es tocar al aire libre.

Retraso de la apertura por una cesión del contrato de la gestora

Las clases tendrían que haber comenzado el 1 de octubre, pero hubo un imprevisto que retrasó quince días el inicio. Debido a dificultades económicas, la gestora, Thematics, comunicó el 29 de septiembre la cesión del contrato (que finaliza este curso) a otra empresa, UNIGES. Hasta que no se completó ese traspaso no se pudieron iniciar las clases.

·Hemos ido todo lo rápido que ha sido posible teniendo en cuenta cuando nos lo comunicaron. El 5 de octubre se autorizó en junta de gobierno y tuvimos que esperar a que firmaran la escritura pública para formalizar el acuerdo y que nos lo hicieran llegar. Esto sucedió el día 14 y el 15 comenzaron las clases. Las horas perdidas se recuperarán», explica el concejal de Comunicación el Ayuntamiento de Calahorra, Esteban Martínez.