Una mujer muere al derrumbarse el techo de su casa en Calahorra

Diez días después del derrumbe parcial del edificio situado en el número 18 de la calle San Andrés, tras el cual tuvieron que ser desalojados once vecinos, el casco antiguo de Calahorra repetía un siniestro similar con un final mucho más trágico. Una mujer, de 61 años de edad y natural de Zaragoza, fallecía por el hundimiento de parte del tejado del inmueble en el que residía, en el número 18 de la calle La Estrella. Una desgracia que sobrecogía a la ciudad en mitad de sus fiestas patronales.

La víctima, que residía en el segundo piso, se encontraba en una cama de la tercera planta (por motivos que se desconocen) cuando como consecuencia del derrumbe el techo de la habitación se le cayó encima, provocando su muerte. La mujer trabajaba como temporera para una empresa agrícola y vivía en el domicilio junto a otros cinco hombres, que formaban parte de su cuadrilla. Fueron ellos, precisamente, los que dieron alerta del derrumbe cuando volvieron de trabajar sobre las seis de la tarde.

Según su testimonio, estos cinco hombres dejaron la vivienda a las cinco y media de la madrugada para ir a trabajar, y fue a su regreso cuando se encontraron con el derrumbe del tejado y comprobaron que su compañera había fallecido. La hora del suceso no se pudo precisar ayer, ya que los compañeros de piso aseguraron que no percibieron nada que pudiera alertarles de ello cuando dejaron la vivienda.

El resto de vecinos del inmueble tampoco se percató del siniestro hasta la llegada de los temporeros, de distintas nacionalidades. «Estábamos todos dormidos, hasta que he escuchado gritos de que la vecina se había muerto, y pidiendo ayuda», explicaba una de las inquilinas desalojadas del edificio junto a su marido y sus dos hijos. El inmueble afectado, de tres plantas, cuenta con seis viviendas. Como consecuencia del siniestro, y hasta que se adopte una decisión en relación al estado en el que ha quedado la construcción, han sido desalojados sus 14 vecinos. El Ayuntamiento ha realojado a la mayoría en establecimientos hoteleros de la ciudad y en el albergue juvenil.

Bomberos, Guardia Civil, Policía Local y servicios sanitarios trabajaron en la zona hasta que sobre las ocho y media de la tarde se procedió a la retirada del cadáver. Al lugar de los hechos se desplazaron también la alcaldesa, Mónica Arceiz, junto a varios concejales del Gobierno municipal, y técnicos municipales de las áreas de Urbanismo y Servicios Sociales.

«Si la semana pasada hablábamos de que un derrumbe es algo trágico y muy tremendo para las personas que viven en esa casa, hoy tenemos que hablar de una tragedia mayor, porque el derrumbe ha afectado a la vida de una persona», lamentaba la regidora, quien por otro lado aseguró que sobre el inmueble afectado no recaía ninguna declaración de ruina por parte de la Concejalía de Urbanismo.

Arceiz aprovechó para trasladar las «condolencias» del Ayuntamiento a la familia de la mujer fallecida, quien tenía dos hijos (según indicaron sus compañeros de piso). Por otro lado, desde ayer por la tarde la banderas de la Casa Consistorial se encuentran a media asta.

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