Después de un día de lluvia, que dio al traste con la procesión del Silencio de la mañana, las precipitaciones cedieron a ultima hora de la tarde y el Santo Entierro desfiló de nuevo por el casco antiguo de Calahorra. Dieciséis pasos, más de ... 2.000 cofrades y un final con 42 peldaños de escaleras a la llegada de las tallas a San Francisco dejaron sin palabras a las miles de personas que siguieron el desfile de pie durante varias horas, en sillas o en las gradas que como novedad colocó el Ayuntamiento en el Rasillo de San Francisco y en la calle del Sol.
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Isabel Álvarez
También, y al igual que en Jueves Santo, el Ayuntamiento desplegó un fuerte dispositivo de seguridad durante el itinerario ante el nivel 4 de amenaza terrorista. La Virgen Dolorosa, iluminada por las velas, cerraba un año más la procesión y esta vez con el bastón mando del Ayuntamiento. Una tradición que quiso recuperar a la alcaldesa de Calahorra, Mónica Arceiz, a quien la cofradía de la Vera Cruz hizo entrega de su vara para portarla en el recorrido.
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