Ejemplar de lechuza común, volando sobre un viñedo. BODEGAS MANZANOS

Calahorra

La lechuza, señora y protectora del viñedo

Tierra Rapaz, Bodegas Manzanos y la Universidad de Navarra inician un proyecto de reintroducción de la especie para controlar las plagas de topillos en Azagra

Isabel Álvarez

Calahorra

Martes, 23 de julio 2024

La clave del equilibrio en la naturaleza la tienen muchas veces los depredadores. Es por ello que son estos animales quienes pueden tener el control de las plagas que afectan a cultivos agrícolas, y que en la actualidad se afrontan de manera generalizada con el ... uso de pesticidas, con los riesgos que conlleva tanto para la fauna como para la salud humana. Sin embargo, a lo largo de la historia las poblaciones de micromamíferos, como los roedores, han podido mantenerse a raya en las zonas agrarias de manera natural gracias a las rapaces, como la lechuza. «Es un excelente controlador de plagas agrícolas. Sobre todo, del topillo común, que es la más potente que están sufriendo los agricultores en los últimos años», explica el biólogo calagurritano Luis Lezana, quien a través de la Fundación Tierra Rapaz ha puesto en marcha este año un proyecto de repoblación de la lechuza común (Tyto alba) en los viñedos de Bodegas Manzanos, en el municipio navarro de Azagra.

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La iniciativa, en la que participa también la Universidad de Navarra, entraña por tanto una doble vertiente. Por un lado, se busca reintroducir esta especie porque «está sufriendo en prácticamente todo España, pero más en Navarra», cita el especialista y el entorno y por otro, reducir las fumigaciones con pesticidas al contar con las rapaces como biocontroladores de roedores. «Científicamente ya está demostrado que donde hay una pareja de lechuzas no hay problemas con esta plagas, porque mantienen las poblaciones a niveles bajos», sostiene Lezana, que aporta un dato para hacerse a la idea del control de topillos que puede conseguirse con esta rapaz: «Entre una pareja de lechuzas y sus pollos se consumen 2.000 al año».

La actuación que Tierra Rapaz lleva a las viñas de Bodegas Manzanos no es nueva. «Esto es frecuente en los viñedos californianos. Allí los agricultores solicitan a la Administración que les coloquen lechuzas, puesto que notan una reducción de las plagas agrícolas, ya sea en viñedos u otro tipo de plantaciones», dice Lezana.

Se han colocado cajas-nido para introducir diez pollos, criados en cautividad, hasta su emancipación

El proyecto, que se espera trasladar a otras zonas de Navarra y de La Rioja Baja, prevé la reintroducción de un total de diez pollos, nacidos en cautividad, mediante el método 'hacking' (de crianza campestre). Para ello, se han colocado varias cajas-nido, en las que permanecerán hasta que estén preparados para valerse por ellos mismos. «Los pollos los crían nuestras 'mamas nodrizas' y cuando alcanzan una edad concreta los trasladamos a las cajas-nido, en donde los biólogos de la Fundación Tierra Rapaz y de la Universidad de Navarra los asisten hasta su emancipación», detalla Lezana. Finalmente, y una vez vayan capturando presas en el exterior, «se quedan en esa área porque es en la que han nacido». Se fomenta así una agricultura sostenible y el equilibrio en los ecosistemas locales, en los que las lechuzas han ido desapareciendo (está incluida en la Lista Roja de las Aves de España) por la desaparición de las casas de aperos, esenciales para la cría, y su sustitución por naves para guardar maquinaria.

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