La labor de Cáritas coge ritmo

Después de varias convocatorias con una participación individualizada a raíz de la pandemia del covid, Cáritas Interparroquial de Calahorra retomó este domingo, su Carrera Solidaria sin 'distancia social' de por medio. Así, unos 250 participantes de todas las edades se dieron cita en la octava edición de esta prueba, cuyo fin no es mejorar marcas sino dar visibilidad a una organización que trabaja en La Rioja y en Calahorra para apoyar a aquellas familias y personas que se encuentran en riesgo de exclusión social. Isabel Benito, directora de la junta local de Cáritas, lo recalcaba en la salida de la carrera al explicar que «lo que nos interesa es que se vea que Cáritas está presente en Calahorra».

Por otro lado, actividades como esta no dejan de ser una fuente de financiación para poder sostener las ayudas que se gestionan desde la entidad diocesana para el pago de recibos de «suministros, colegios, alquileres...» de personas que se acercan a su sede, en la calle Teatro, con dificultades económicas.

«Yo siempre digo que es un milagro, porque todos los días se dan ayudas y sale dinero de aquí», afirmaba Isabel Benito para agradecer los donativos que llegan a Cáritas a través de sus «socios o de gente que se priva de sus comodidades para dar a los demás, porque sabe que hay gente muy necesitada». «Cuando pienso en ello se me pone la piel de gallina», añadía.

También el Ayuntamiento de Calahorra quiso aportar su granito de arena. Para ello la alcaldesa, Mónica Arceiz, junto a los concejales David Antoñanzas y Raquel Moral, y la reina de las fiestas, Ana Garrido, entregaron a la entidad un cheque por valor de 373 euros, que corresponde al dinero obtenido por la Administración local en la venta de los programas de las celebraciones patronales del pasado agosto.

Y ya con las camisetas puestas, con el logo de Cáritas y los dorsales en la parte trasera, los más de dos centenares de participantes salieron a la diez de la mañana de la calle Teatro para recorrer bien a pie o corriendo cinco kilómetros en el casco urbano. El puesto de llegada era lo de menos esta vez, porque lo que este domingo importaba de verdad era disfrutar en familia o en cuadrilla del 'veroño' que nos está dejando este inicio del mes de octubre, así como difundir la labor de Cáritas.

La línea de meta se colocó en el paseo del Mercadal, donde después de la prueba se ofreció una masterclass de baile gracias a la colaboración de Tempo Centro Deportivo, además de un sorteo de regalos. Para reponer fuerzas, mayores y pequeños contaron con bebida, fruta y bollos de chorizo.

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