La integración del Hospital de Calahorra como entidad dependiente del Sistema Riojano de Salud (Seris) ha colocado en una situación de incertidumbre a una parte de la plantilla de trabajadores, principalmente personal de enfermería y de administración, que después de encadenar durante años contratos ... temporales finalmente un juez les ha reconocido como personal laboral indefinido no fijo. Son unos 30 empleados (aunque faltan por resolverse otras muchas demandas), los cuales no han tenido la posibilidad de acogerse al proceso de estatutarización voluntaria dentro del Seris, ya que este estaba abierto únicamente a trabajadores indefinidos fijos.
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De los 560 empleados que forman parte de la plantilla del hospital, 340 pasarán a ser personal estatutario a partir del próximo 1 de marzo, mientras que el resto (220) no lo harán bien porque tienen plaza en otro sistema público, son personal temporal o porque son indefinidos, pero no fijos. Para estos casos, la portavoz del comité de empresa del centro, Begoña González Juez, asegura que de cara a su convivencia con los futuros trabajadores estatutarios «estaba contemplado que se manejasen dentro del sistema de la (extinta) fundación pública sanitaria (del hospital) con una figura legal». Sin embargo, el pasado el 31 de enero el Gobierno de La Rioja extinguió la fundación con un acuerdo publicado en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR) que, como señala González Juez, «da a entender que se equiparan a una situación de temporalidad» al recoger que «sus plazas se proveerán por un proceso de selección».
Es el caso de Amaya Amatria, que además sirve de ejemplo del abuso que, como han reconocido los tribunales se ha estado haciendo de los contratos temporales en el hospital. El último proceso selectivo para todas las categorías de personal del centro se realizó en el año 2007 y «de ahí la temporalidad de tanta gente», asegura Amaya, que trabaja como enfermera desde hace 21 años. Desde entonces ha ido encadenando contratos, «a pesar de que estoy ocupando una plaza estructural, necesaria». Es por ello, que lamenta que «durante estos años los trabajadores del hospital de Calahorra nos hemos visto discriminados si nos comparamos con el resto de trabajadores de la sanidad riojana».
De hecho, pone como ejemplo, lo ocurrido con el personal del grupo Alliance Medical (empresa con la que se privatizó los servicios de radiología), a quienes el Gobierno de La Rioja a través de un decreto en mayo de 2021 «los definió como indefinidos no fijos, como a nosotras, pero le garantizan su permanencia en el empleo hasta su jubilación». «Queremos que admitan que somos personal fijo y que nos bliden nuestros contratos hasta nuestra jubilicaciñon», reclama Amaya.Porque «¿quien mejor puede desempeñar el puesto de trabajo que la propia persona que lo lleva haciendo 8, 10 o 15 años», añade otra de las afectadas, del servicio de Urgencias.
Charo López ocupa un puesto en el área de Admisión desde 2008. Ella se presentó al proceso de selección de personal del año 2007 y tras formar parte de la bolsa de trabajo que se formó después lleva acumulados más de 50 contratos. «Tengo hasta de un día», sostiene. «Nos alegramos mucho cuando la sentencia que nos reconociño como indefinidos, pero mi sorpresa llega ahora que no sabemosquieren hacer con nosotros», dice esta trabadora.
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