Secciones
Servicios
Destacamos
Entre los años 1925 y 1930, el conservero calagurritano Pedro Martínez Baroja reformaba el edificio situado en el número 9 de Mártires para convertirlo en la vivienda modernista y neomudéjar que embellece desde entonces esta emblemática calle del casco antiguo de Calahorra. La familia Baroja, propietaria de la empresa conservera Cayetano Baroja, establecía su residencia en este inmueble, que un siglo después cuenta con un requerimiento de derribo por parte del Ayuntamiento debido, entre otros motivos, al hundimiento de su tejado.
Pero antes de que se produzca este extremo, Amigos de la Historia de Calahorra pudo tener acceso (a través de los herederos de Teodoro Martínez de Baroja) al inmueble para salvaguardar documentación de la fábrica y de la familia que habitó entre sus paredes. Parte de estos documentos fueron donados la semana pasada por la asociación al archivo municipal, con el fin de «que se pueda restaurar, conservar y ahondar en el conocimiento de la historia conservera de Calahorra», explica Marcos Herreros, desde Amigos de la Historia.
«Casi diría que hicimos una labor de rescate de toda la documentación», dice Herreros sobre los días en los que pudieron acceder a la vivienda, de la que destacan sus miradores en forma de herradura, para recoger documentación. «Rescatamos todo lo que pudimos desde el sótano hasta el alto», recuerda Herreros. El fondo entregado al Ayuntamiento consta de 38 cajas de archivos y 6 archivadores, con «documentación contable, fiscal, sobre trabajadores, correspondencia con otras empresas...», explica.
Pero, además de este legado de la fábrica, Amigos de la Historia recogió en la vivienda «libros desde el siglo XVIII, que se han donado a la Biblioteca de La Rioja». La disparidad en la temática de los ejemplares ha llamado, de hecho, la atención a la asociación. «La familia tenía libros de toda índole, como libros de política, que podían ir desde Marx o Engels hasta 'Mi lucha' de Hitler. Había también pequeños libros de rezos a la Virgen o un libro de magia negra», relata Herreros.
Esta donación es la segunda que realiza Amigos de la Historia de Calahorra al archivo municipal de documentación relativa a la industria conservera de Calahorra, que fue pionera a nivel nacional en el siglo pasado. Ya en el año 2018 la asociación hizo entrega de numerosos documentos de la fábrica de conservas La Universal.
A la entrega de los fondos de la conservera de Cayetano Baroja asistieron la concejala del Archivo de Calahorra, Isabel Sáenz, y la responsable del servicio, Claudio Calvo. Tras la donación, Sáenz se comprometió por su parte a «impulsar estos fondos, junto con los de la fábrica de la Universal (de la que existe en el archivo una película comercial)». No obstante, «primero tenemos que limpiarlos, ordenarlos y clasificarlos», precisó
La fábrica de conservas de Cayetano Baroja comenzó a funcionar en el año 1870 y mantuvo su producción hasta finales de la década de los setenta del siglo XX. La empresa, además de exportar a todo el territorio nacional, también disponía de un importante mercado en Argentina y otros países latinoamericanos y europeos.
Amigos de la Historia de Calahorra decidió donar los fondos que se preservaban en la vivienda familiar de los Baroja debido a «la escasa documentación conservada sobre la fundamental industria conservera de Calahorra durante los siglos XIX y XX», señala en una nota de prensa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.